Un estudio reciente advierte sobre el fuerte vínculo entre el uso excesivo de pantallas —móviles, tabletas, televisión y videojuegos— y un mayor riesgo de enfermedades cardiometabólicas como hipertensión, colesterol alto y resistencia a la insulina, que puede derivar en diabetes tipo 2.
La investigación, publicada en la Journal of the American Heart Association, destaca además el impacto negativo de dormir poco. Se estima que alrededor del 12% de la relación entre el tiempo frente a la pantalla y el riesgo cardiometabólico se debe a una menor duración del sueño.
El análisis, basado en datos de más de 1,000 niños y adolescentes de 10 y 18 años en Dinamarca, concluye que limitar el tiempo de pantallas desde la infancia protege la salud cardíaca y metabólica a largo plazo. Los autores sugieren que mejorar las horas de sueño puede ser un primer paso para reducir riesgos como la hipertensión y la diabetes.
La doctora Amanda Marma Perak, de la Universidad Northwestern y presidenta del Comité de Prevención de Enfermedades Cardiovasculares en Jóvenes de la AHA, recomienda acostarse más temprano si reducir las pantallas resulta difícil, y que los adultos den el ejemplo moderando su propio uso y explicando a los menores el motivo de estas prácticas.
Por su parte, la Asociación Española de Pediatría aconseja:
- 0 a 6 años: Nada de pantallas, salvo casos puntuales y bajo supervisión para contacto social.
- 7 a 12 años: Menos de 1 hora al día (incluyendo tareas escolares), priorizando deporte, relaciones cara a cara, naturaleza y hábitos saludables; siempre con supervisión y límites claros.
- 13 a 16 años: Menos de 2 horas al día, con control parental y preferencia por teléfonos sin acceso a internet, retrasando la entrega del primer smartphone.
En conjunto, el mensaje es claro: menos pantallas, más sueño y más actividades saludables para proteger el corazón y el metabolismo de niños y adolescentes.
Fuente: CuidatePlus