La caspa es un mal común que suele causar vergüenza, y, en muchos casos, puede esconder ciertos problemas que van más allá de las molestias estéticas. Puedes encontrar aquí las respuestas a todo lo que te inquieta sobre esta condición: a qué se debe, a quiénes afecta y cómo combatirla con remdios naturales.
La caspa se denomina también dermatitis seborreica y es una dolencia cutánea, inflamatoria y común que hace que se formen escamas. Estas pueden ser blancas o amarillentas, aparecen comúnmente en el cuero cabelludo, dentro del oído, o en las cejas, y puede ocurrir con o sin enrojecimiento de la piel.
¿Es hereditaria?
Las señales de esta condición son picazón y escamas en el cuero cabelludo, pero también puede ocasionar otros síntomas como parches de grasa en el cuero cabelludo y cosquilleo en la piel.
Qué esconde
Las causas subyacentes de la caspa son varias. Incluyen la piel reseca, la dermatitis seborreica, sensibilidad a ciertos productos para el cabello y crecimiento de un tipo específico de hongo que vive en el cuero cabelludo.
Cuál es el origen de la caspa
Se cree que obedece a una sobreproducción de grasa en la piel, sumado a la presencia del hongo Malassezia o del Pityrosporum ovale. Otras condiciones que pueden favorecerla son: estrés, fatiga, climas extremos, piel grasosa o su excesiva limpieza, uso frecuente de champú o lociones que contienen alcohol, y trastornos como el acné o la obesidad.
Otra causa
En las personas con caspa, las células de la piel pueden morir y ser reemplazadas aproximadamente una vez cada dos semanas, al contrario de personas sin caspa en quienes tarda alrededor de un mes. El resultado es que las células muertas caen en bloques grandes y se hacen visibles en el cuero cabelludo.
La caspa también puede estar relacionada con mala nutrición, particularmente con la deficiencia de zinc. Éste mineral puede encontrarse en las ostras, pavo, cerdo y algunos frutos secos, especialmente las almendras o semillas de calabza. La ingesta diaria recomendada para un adulto ronda los 10 miligramos diarios.
La caspa no es contagiosa ni es un indicador de falta de higiene, y a menudo se puede controlar con el uso diario de un champú especial. En los casos más graves, los especialistas pueden recomendar productos de uso médico. Recuerda que se trata de una afección muy frecuente, tanto en niños como en adultos, independientemente de su herencia racial o edad.
Cómo eliminarla
Cuando la caspa es leve o ligera, los champúes anticaspa pueden funcionar bien para librarse de la molestia. El ácido salicílico es uno de los compuestos principales que se encuentran en la aspirina, y también es el compuesto principal de ciertos champús anticaspa. Este y otros como el que contiene el alquitrán de hulla pueden elegirse como primer intento contra las formas más leves.
Aceite de árbol de té
El aceite de árbol de té, que se usa para tratar el acné y la psoriasis, tiene propiedades poderosas antimicrobianas y antiinflamatorias. Varios estudios han demostrado que el aceite de árbol de té es efectivo para contrarrestar la el hongo que puede ocasionar tanto la dermatitis seborreica como la caspa. Para aprovecharlo, solo debes agregar unas gotas en tu champú.
1. Sábila o aloe vera
El efecto de esta planta se ha estudiado en la dermatitis seborreica (caspa) con efectos positivos. Lo que más se utiliza a nivel popular es la pulpa de la hoja, que se aplica directamente sobre el cuero cabelludo y se deja actuar entre 15 y 30 minutos antes de enjuagar.
Los dos aceites se utilizan para combatir la caspa. Se toma la medida de una cuchara de té, se entibia y se distribuye por todo el cuero cabelludo. Se deja actuar por 15 minutos y se lava el pelo normalmente. Ambos son humectantes y además de lubricar el cuero cabelludo, ayudarían a eliminar la dermatitis.
Es un pequeño arbusto aromático de hojas delgadas que se conoce también con el nombre de té de la Bahía de Hudson, y puedes conseguirlo en herboristerías y dietéticas. Se prepara un té con sus flores y hojas y se usa como tópico para tratar el picor severo, piel reseca, caspa y piojos.
Bicarbonato y limón
Enjuagar el cabello con mezclas de agua, limón, vinagre o bicarbonato de sodio, son soluciones caseras muy difundidas desde hace décadas para eliminar la caspa. Entre las infusiones que se cree pueden derrotarla, se destacan el té de romero, salvia, menta, jengibre, orégano, laurel o cáscaras de papa.
Si no consigues eliminarla con los métodos comunes, debes plantearte una a visita al médico. En caso de enfermedad dermatológica subyacente, no sólo debe tratarse la caspa, sino que se debe seguir el tratamiento de base que el médico prescriba para el problema de salud en particular.