Las estadísticas del Banco Central posicionan a la industria dominicana, el comercio y las zonas francas como los sectores que más inversión extranjera directa (IED) han generado, sumando estos tres sectores unos US$ 311,2 millones de dólares tras la puesta en marcha del plan de recuperación económica que lidera el gobierno del presidente Luis Abinader.
Acciones lideradas por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes como el Relanzamiento de las Zonas Francas, el Relanzamiento de la Industria del Tabaco, la Mesa Presidencial de Industrialización, y el apoyo a las Mipymes para la reactivación de sus operaciones, han sido claves para promover la creación de empleos formales y reactivar la actividad económica.
De acuerdo a las estadísticas, que desglosan el flujo de inversión extranjera directa conforme al sexto manual de balanza de pagos del Fondo Monetario Internacional, durante este año la República Dominicana ha logrado flujos de inversión extranjera de enero a junio por más de US $1,740,9 millones de dólares.
La llegada de la inversión extranjera directa a los países con alto crecimiento económico como la República Dominicana, se traducirá en una recuperación rápida de empleos. Esta tendencia hacia la recuperación del empleo se ve reflejada en el primer semestre del año 2021, ya que las empresas de zonas francas han mostrado un incremento sostenido en materia de empleo, registrando 171,016 empleos directos a junio 2021, con un crecimiento de 5.9% con respecto al nivel de empleo registrado en enero del presente año. Se destaca este aumento, especialmente, en los subsectores de tabaco y sus derivados (8.4%), manufactura textil (7.8%), servicios (4.6%) y dispositivos eléctricos y electrónicos (3.6%), comparando el mes de junio de 2021 con el mes de enero del mismo año.
“Desde el sector público estamos trabajando de forma cohesionada con el sector privado para que esta política industrial produzca un impacto real en la economía y desarrollo del país”, dijo el ministro Víctor Bisonó quien destacó que estas cifras son consecuencia de haber declarado la industrialización como prioridad nacional y un resultado evidente de que, por primera vez, la industria local y las zonas francas trabajen como un solo músculo para dinamizar la economía.