Por Ramón Mercedes
Las autoridades de este estado ya no arrestarán personas que posean menos de una onza de marihuana, según lo establece una nueva ley, firmada por el gobernador Andrew Cuomo, que entró en efecto el pasado miércoles.
En el estado residen unos 850 mil dominicanos y cientos de ellos han sido apresados en los últimos tiempos por fumar marihuana, se informó.
Dicha ley reduce las penalidades por pequeñas porciones de la hierba y crea un proceso para eliminar condenas pasadas.
Por la posesión de menos de una onza la policía impondrá solo un ticket de 50 dólares, independientemente del historial criminal que tenga la persona, y de $200 si es entre una y dos onzas.
Las 202 mil condenas que se han impuesto en NY desde fines de la década de 1970 hasta mediados de junio de este año, serán cerradas y 24.455 ya no tendrán antecedentes penales, dijo la portavoz de la División de Servicios de Justicia Criminal, Janine Kava.
El gobernador Cuomo se refirió a la ley como “un paso significativo hacia adelante”, pero los defensores de la legalización del consumo de marihuana indican que aunque la normativa es positiva, se queda corta a la hora de hacerle frente a las consecuencias negativas al mantener la droga ilegal.
En la Gran Manzana, las autoridades buscan reducir los arrestos en aproximadamente 10 mil al año, por la existencia de denuncias de disparidad racial en el número de detenido por consumir la hierba, de los cuales caso el 90% son hispanos y afroamericanos.
Los fiscales de Brooklyn y Manhattan ya no procesan la mayoría de los delitos de bajo consumo.
Se informó sobre los puntos específicos que podrían conducir a un arresto, citando no tener una identidad o rehusar mostrarla, tener una orden de detención vigente, estar bajo libertad condicional, tener un historial criminal violento, si el comportamiento es una amenaza a la seguridad pública como conducir bajo la influencia de la marihuana.
El 86% de los arrestos en 2017 fueron hispanos y negros.
Como no se ha dado luz verde al consumo y comercialización de marihuana en el estado, el gobierno está dando pasos para ir conquistando terreno, lo cual responde fundamentalmente a la incapacidad del sistema de justicia y del sistema carcelario, han expresado sectores.
Dijeron que proporcionar a las personas que han sufrido las consecuencias de una condena injusta por marihuana, un camino para que se eliminen sus registros y reducir las sanciones, suena a un discurso diseñado a satisfacer los requerimientos de los grupos delictivos.
Los inmigrantes que no desean problemas con su proceso de legalización, deben evitar cualquier actividad fuera de la ley, usar el sentido común, porque los defensores de la droga obviamente tienen muchos recursos, ya que incluso hay un grupo de presión del Proyecto de Política de Marihuana a nivel nacional, se ha informado.