Bartolo García
A diferencia de las intervenciones quirúrgicas convencionales que implican incisiones amplias, dolor postoperatorio prolongado y riesgos más altos, la laparoscopía se consolida como una alternativa moderna, segura y con mínimas complicaciones. Así lo aseguró la doctora Belkis Martínez, ginecóloga obstetra y especialista en cirugía laparoscópica, quien ejerce en Hospiten Santo Domingo.
Martínez explicó que este tipo de cirugía mínimamente invasiva se basa en la inserción de tubos o trócares a través del ombligo y los flancos del abdomen, por donde se introduce una cámara que permite visualizar con alta precisión el interior de la cavidad abdominal y la pelvis del paciente.
Gracias a esta tecnología, es posible obtener diagnósticos directos y certeros. “La cámara permite observar con claridad órganos como el útero, los ovarios, el hígado o los riñones, facilitando la detección de quistes, miomas, endometriosis, tumores o adherencias que podrían pasar desapercibidos en estudios tradicionales”, explicó la especialista.
Un beneficio clave de la laparoscopía frente a la cirugía abierta es el tamaño de las incisiones. Según la doctora Martínez, las aberturas apenas miden entre 5 y 12 milímetros, lo que minimiza el daño a los tejidos y acelera la recuperación del paciente.
“El tiempo de recuperación varía, pero en muchas ocasiones, en solo dos o cuatro horas el paciente ya está sentado, puede ingerir líquidos y hasta caminar”, indicó. Este tiempo puede reducir significativamente la estancia hospitalaria y los días de reposo necesarios para retomar las actividades cotidianas.
Otro aspecto destacado es que durante la laparoscopía, el paciente está completamente sedado y no tiene conciencia del procedimiento. “Es como una pequeña magia”, dijo Martínez, ya que cuando despiertan, no perciben el paso del tiempo ni sienten dolor intenso.
En cuanto a la duración de la cirugía, la doctora explicó que depende del tipo de procedimiento. Una ligadura de trompas puede tomar apenas 30 minutos, mientras que una histerectomía o una miomectomía puede durar hasta dos horas.
Los cuidados posteriores son simples, pero importantes: buena higiene, alimentación balanceada, reposo y esperar la autorización médica para reiniciar las relaciones sexuales. La mayoría de los pacientes puede volver al trabajo en pocos días, dependiendo del caso.
Además, la laparoscopía permite realizar múltiples procedimientos en una sola intervención. Por ejemplo, se pueden tratar afecciones ginecológicas y al mismo tiempo abordar otras patologías del abdomen, reduciendo el número de cirugías necesarias.
Martínez destacó que esta técnica representa una herramienta de vanguardia para el bienestar de las pacientes. “Ofrece seguridad, eficacia y una mejor calidad de vida en menos tiempo”, expresó.
El equipo médico de Hospiten Santo Domingo cuenta con los recursos y el personal calificado para llevar a cabo estas cirugías con altos estándares de calidad y resultados exitosos, reafirmando su compromiso con la salud integral.
Hospiten es una red internacional con más de cinco décadas de experiencia, compuesta por 20 centros médico-hospitalarios privados en países como España, México, Jamaica, Panamá y República Dominicana, además de 175 centros ambulatorios bajo la marca Clinic Assist.
La red sanitaria, fundada por el Dr. Pedro Luis Cobiella, atiende a más de tres millones de pacientes cada año y cuenta con una plantilla superior a las 5,000 personas comprometidas con la excelencia médica.
Uno de sus centros más destacados, el Hospital Paitilla en Panamá, complementa esta red con servicios médicos especializados, personal altamente capacitado y más de 600 colaboradores enfocados en brindar atención integral.
#eljacaguero #Laparoscopía #SaludMujer #Hospiten #CirugíaMínimamenteInvasiva #SaludRepúblicaDominicana