Bartolo García
Un inesperado movimiento telúrico de magnitud 6,1 sacudió a Perú el pasado domingo, y en medio del desconcierto general, una escena particular captó la atención nacional: la reacción de la pastora Nélida Rojas durante un culto evangélico. El temblor se produjo mientras se desarrollaba un servicio religioso en la iglesia ‘El Gran Yo Soy’, ubicada en el distrito limeño de San Martín de Porres.
La pastora, en plena prédica, notó cómo el suelo comenzaba a temblar. Sin embargo, en lugar de detener el servicio o evacuar el templo, pidió a los fieles que permanecieran en sus asientos y no entraran en pánico. “¡No se muevan!”, exclamó con fuerza, mientras los asistentes miraban a su alrededor visiblemente nerviosos.
En una iglesia evangélica de Perú creyeron sentir que Dios estaba presente: ERA UN SISMO DE 6.1 pic.twitter.com/a27up8N02Y
— Real Time (@RealTimeRating) June 15, 2025
En un giro inesperado, la religiosa comenzó a saltar y a gritar con entusiasmo “¡Más fuerte, más fuerte!”, interpretando el sismo como una manifestación divina. Su reacción dejó a la congregación inmóvil, algunos aún con temor, pero muchos también aplaudiendo y siguiendo su ejemplo.
“Eso significa que nuestro padre celestial está aquí”, aseguró Rojas desde el altar, mientras se oían tímos aplausos entre los fieles. La escena fue grabada por uno de los asistentes y rápidamente se difundió en redes sociales, donde generó una oleada de comentarios divididos.
“Eso es un terremoto, en algún lugar, no se asusten. Si usted está a cuenta con el Señor, debe gozar, más bien”, agregó la pastora, tratando de transmitir calma espiritual a sus seguidores. La frase fue repetida por muchos usuarios en redes como símbolo de fe inquebrantable y, para otros, como una peligrosa negación de protocolos de seguridad.
Según informó el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), el epicentro del sismo se localizó 30 kilómetros al suroeste del Callao, sin riesgo de tsunami en el litoral peruano. No se han reportado víctimas ni daños estructurales graves hasta el momento.
En otros puntos de la ciudad, sin embargo, el sismo causó interrupciones. Un partido de fútbol fue suspendido de inmediato y varias personas evacuaron edificios altos siguiendo los protocolos establecidos para este tipo de eventos sísmicos.
La singular reacción de la pastora Rojas abrió un debate en redes sociales y medios de comunicación. Mientras algunos consideran que su fe sirvió para calmar a la comunidad, otros señalaron la necesidad de actuar con responsabilidad en casos de emergencia y no ignorar las medidas de evacuación.
Especialistas en gestión de riesgos han recordado que durante un sismo es vital mantener la calma, pero también seguir los protocolos de evacuación para evitar accidentes. “La fe no está reñida con la precaución”, expresó un vocero del COEN en declaraciones a medios locales.
Por su parte, miembros de la iglesia ‘El Gran Yo Soy’ defendieron la actitud de la pastora, asegurando que “no hubo ningún riesgo mayor” y que se trató de un acto de confianza en Dios que fortaleció la fe de muchos de los presentes.
⚡️ MOMENTO EXACTO del temblor fue captado por una cámara de vigilancia callejera.https://t.co/ZIyPLRMaKw pic.twitter.com/DAwDrtBgkT
— RT en Español (@ActualidadRT) June 15, 2025
En contraste, algunos usuarios en redes expresaron preocupación por la falta de acción inmediata durante el sismo. “Pudo haber pasado algo grave y nadie se movió por miedo a desobedecer la orden de la pastora”, comentó una internauta en Twitter.
El video del momento ha sido compartido miles de veces y ha dado lugar a una variedad de reacciones, desde quienes lo ven como un testimonio espiritual hasta quienes lo critican como un ejemplo de imprudencia.
Imágenes del deslizamiento de la costa verde Chorrillos Miraflores Barranco, por el sismo de 6.1 #temblor #sismo #CostaVerde #Deslizamiento pic.twitter.com/8HUjE5GCJQ
— Guillermo Lozán del Castillo (@guillelozan) June 15, 2025
Este evento ha servido para poner sobre la mesa la necesidad de educar a las comunidades religiosas y no religiosas en materia de seguridad ante desastres, sin restar valor a las creencias de cada grupo.
A pesar de la controversia, lo cierto es que el culto terminó sin incidentes y con una congregación visiblemente emocionada. Para muchos, la pastora Rojas no solo desafió al temblor, sino que también reafirmó su fe ante la incertidumbre.
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