Putin se baña en aguas gélidas para celebrar la Epifanía
El presidente ruso participa en la tradición ortodoxa
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se sumergió en las frías aguas de un lago para conmemorar la Epifanía, una festividad importante para los cristianos ortodoxos que marca el bautizo de Jesús.
Una tradición ortodoxa
Las imágenes transmitidas por las televisoras rusas mostraron a Putin, de 65 años, acercándose a un agujero en el hielo que cubría el lago Seliger, en el noroeste de Rusia, para luego sumergirse y hacer la señal de la cruz.
Según el portavoz del mandatario, Dmitry Peskov, Putin ya había participado en esta tradición en años anteriores, pero esta vez lo hizo en público por primera vez.
Aguas sagradas y puras
La tradición ortodoxa considera que las aguas bendecidas por un sacerdote durante la Epifanía son sagradas y puras, y se les atribuyen propiedades curativas por parte de los fieles.
Temperaturas extremas
A pesar de las bajas temperaturas, las autoridades habilitaron lugares para que los ciudadanos pudieran participar en esta tradición en todo el país, incluso en regiones de Siberia donde los termómetros marcaron menos 30 grados Celsius (-22 F).