Lewis Hamilton parece que va a tener una muy dura oposición durante el GP de Gran Bretaña, donde busca su quinto triunfo consecutivo, hito jamás logrado en la historia de la F1. Pese a dominar con claridad con el compuesto duro y el medio, el panorama cambió sensiblemente al montar el blando, el que otorgará mañana la pole en Silverstone. En ese momento, Sebastian Vettel emergió en una de sus grandes especialidades y se marchó con el mejor tiempo de los libres 2 (1:27.552). Eso sí, el mejor del día fue el de la mañana de Hamilton, 1:27.487. Un empate técnico muy interesante.
Fue una jornada marcada por un asfalto nuevo, que alcanza 50 grados de temperatura, y por los problemas de Bottas o Raikkonen por estar a la altura de sus jefes de filas. También por los viejos vicios de Verstappen, accidentado a las primeras de cambio en la sesión de la tarde. El duelo entre Seb y Lewis por el Mundial, con un punto de ventaja para el primero, lo eclipsa casi todo en la zona cabecera.
Fernando Alonso pareció renacer de las cenizas de su MCL33, en un fin de semana convulso por la dimisión-despido de Eric Boullier del miércoles y donde se intenta recomponer el equipo a base de actuaciones destacadas. La visita de los dos grandes accionistas de McLaren, Manssour Ojjeh y Sheikh Mohammed bin Essa Al Khalifa, fue el momento propicio para lo que pareció desde fuera una gran descargada de gasolina y la posibilidad de asomar en posiciones de mérito.
Y Alonso lo consiguió, firmando un sexto puesto con el que superó a Los Renault, los Force India, los Haas o el Sauber de Leclerc, los coches fuertes de la zona media hoy en día. Se antoja realmente complicado mantener esa progresión mañana, donde sus rivales pondrán todo lo que McLaren ya ha exprimido en la jornada de hoy. Si lo consiguen, serán un verdadero paso adelante. Es una de las tácticas de Zak Brown, explotar todo su potencial el viernes, intentar sobrevivir el sábado y remontar gracias a Alonso en la carrera del domingo. Y a veces el plan acaba saliendo.
Sainz, a por la décima Q3
Carlos Sainz, con un tiempo sólo dos décimas superior al de Hulkenberg, terminó undécimo, pero rondando los puestos de Q3 y en un ritmo muy similar al de sus rivales directos. El madrileño tiene por delante uno de esos fines de semana importantes en una temporada, donde intenta alcanzar a su compañero en el Mundial de pilotos, lo que sería la confirmación de por qué Renault confió en él en 2017. Su consistencia es cada vez más importante. marca.com