Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Al celebrarse ayer martes el Día Mundial de las Personas de Edad, el renombrado consultor de salud y empresario Jaime Vargas, pidió a los gobiernos del mundo mayores facilidades para mejorar la calidad de vida de los envejecientes, población que crece rápidamente.
Vargas, conocido como “La voz de los envejecientes” expresó su preocupación por el rápido crecimiento de la población envejeciente en todo el mundo, pero con una marcada falta de programas, seguros de salud y facilidades que les permitan una mejor calidad de vida.
“Es esencial que no esperemos hasta el primero de octubre de cada año para manifestarnos en favor de los envejecientes. Las autoridades deben prestarles más atención y abordar los problemas que los afectan a diario. Se necesitan más programas y más atenciones para las personas mayores”, enfatizó Vargas. Sus declaraciones resuenan en un contexto en el que la población de personas mayores está en constante crecimiento, tanto a nivel global como en comunidades locales, como la de Nueva York.
“Este primero de octubre, la ONU conmemora el Día Internacional de las Personas de Edad con el tema Envejecer con Dignidad: Reforzar los sistemas de atención y asistencia a las personas mayores en todo el mundo”, dijo Vargas.
Explicó que la población mundial está envejeciendo rápidamente, lo que plantea nuevos desafíos para los sistemas de salud y atención social. “Actualmente, la esperanza de vida al nacer supera los 75 años en la mitad de los países del mundo, 25 años más que en 1950. Para el 2030, se prevé que el número de personas mayores supere al de los jóvenes a nivel global, lo que exige una respuesta inmediata en términos de políticas y servicios”.
Indicó que la demanda de servicios integrales de atención sanitaria y apoyo social ha crecido sustancialmente, especialmente para aquellos mayores que padecen enfermedades como la demencia.
Se estima que el número de personas mayores de 65 años se duplicará, pasando de 761 millones en 2021 a 1,600 millones en 2050.
La esperanza de vida al nacer ha aumentado significativamente y se prevé que las personas que llegan a los 65 años vivan en promedio 16,8 años más.
Desde 2018, la población de personas mayores supera a la de niños menores de 5 años, marcando un hito histórico en el envejecimiento de la población.
Estos datos demuestran la creciente necesidad de una atención especializada para los envejecientes, especialmente en relación con el manejo de enfermedades como la demencia, que es una de las principales causas de dependencia y discapacidad entre los mayores.
Otro aspecto crucial es el papel de las mujeres en el cuidado de los envejecientes. Según los estudios, las mujeres representan casi el 70% de las horas de cuidados informales en todo el mundo, lo que las hace más vulnerables a la pobreza en la vejez. Esta situación es particularmente preocupante en los países de ingresos bajos y medios, donde los servicios de atención formal son limitados.
Vargas, quien ha dedicado su carrera a la defensa de los derechos de los envejecientes, subraya que este es un momento crítico.
“Las personas mayores no pueden seguir esperando. Necesitamos más recursos, mejores seguros de salud y programas que verdaderamente impacten en su calidad de vida. La sociedad debe entender que los envejecientes no son una carga, sino una fuente de sabiduría y experiencia que merece ser cuidada y respetada”, agregó.
La preocupación y petición de Vargas es un recordatorio de que el envejecimiento con dignidad no es solo un derecho, sino una responsabilidad compartida.
“A medida que el mundo envejece, se hace cada vez más urgente que todos los sectores de la sociedad se unan para garantizar que las personas mayores reciban el cuidado y el respeto que merecen”, puntualizó el consultor de salud.