Han transcurrido más de siete décadas, desde que el avión con 32 deportistas, incluyendo el equipo de béisbol de Santiago se precipitó a tierra, pero la tragedia es recordada como si se tratara de un hecho reciente.
La Asociación de Cronistas Deportivos de Santiago (ACDS), se ha encargado de que el fatídico hecho no muera en el tiempo y como cada 11 de enero realizó el acto de recordación.
Con un reducido grupo de invitados debido a la pandemia de Coronavirus, el mausoleo que guarda a los restos de deportistas fallecidos el 11 de enero de 1948 y ubicado en la entrada del cementerio de la 30 de Marzo, volvió a ser engalanado con coronas de flores por parte de varias instituciones deportivas.
El encuentro se inició con la interpretación del himno nacional, por parte de de un saxofonista de la Banda de Músicos de la alcaldía de Santiago.
Luego una triste trompeta soplada por otro músico de la Banda Municipal, acompañó a Franklin Peralta al momento que hacía el pase de lista.
César Ureña en su calidad de presidente de la ACDS, dijo las palabras de bienvenida, destacando el gran esfuerzo que hubo que hacer para mantener la tradición en medio del Covid-19.
Sostuvo Ureña que la parca se llevó aquel puñado de hombres, pero no pudo llevarse todo, porque sus hazañas son y serán imperecederas.
“La muerte, que está en un tramo de nuestras vidas, hizo un viraje precipitado ese día y atrapó fuera de base a una juventud pujante, a verdaderos ídolos del béisbol dominicano, dejando huérfana a la pelota romántica de un grupo superior de calidad del juego”, indicó Ureña.
Quilvio Hernández, presidente de las Águilas Cibaeñas, equipo que tuvo su origen en la novena de aquellos hombres que perecieron, agotó un turno en la oratoria, agradeciendo a la crónica deportiva mantener vivo en el tiempo el acontecimiento.
En la actividad conducida por Alberto Mota también hablaron Tony Peña R, por el Ministerio de Deportes y quien representó al ministro Francisco Camacho y a Juan Vila, viceministro de Desarrollo Deportivo de la región del Cibao.
El colofón en la parte de la oratoria lo puso el licenciado Juan Núñez Nepomuceno presidente de la Federación Dominicana de Béisbol Olímpico (FEDOBE), máxima entidad del béisbol aficionado en la República Dominicana.
Grey Núñez en representación del alcalde Abel Martínez depositó una corona de flores, igual que la Unión Deportiva de Santiago (UDESA), representada por su presidente Enmanuel García Musa, la Fedobe por Juan Núñez Nepomuceno y Ambiorix Mata, las Águilas por su presidente Quilvio Hernández y la ACDS por César Ureña y Américo Cabrera.
LOS FALLECIDOS
El grupo de 32 deportistas que salieron de Barahona en vuelo de Dominicana de Aviación estaba integrado por los hermanos Aquiles y Toñito Martínez, Ventura Escalante (El Loro), Juan Ramón Ramos (Bombo), Juan Bautista Álvarez (Chino), Pedro Báez (Grillo A), Francisco del Villar (Bebecito), Alberto Estrella (Mimo), Manuel Tatis (Sancho), Rafael Raposo (Papiro) y Víctor Saint-Claire (Papito Lucas).
También, Antonio Dévora, José Jiménez (Boquita), Fernando Valerio (Nano), Leonte Hernández (Yeyo), José Dolores Aybar (Pepillo), Maximiliano Rivera (Puchulán) y Miguel Rodríguez (Tatis)
Asimismo, murieron los acompañantes Belarminio López, Luciano Hernández y Arnaldo Cabral, Luís Luque (periodista), Manuel Tejada, Virgilio Peña, Miguel Albaine, Enrique Diloné, Enrique Henríquez, el niño Francisco Collado, Elpidio Victoria, Carlos Manuel Rodríguez, Ramón María Hernández y José del Carmen Rodríguez.
El acto terminó como comenzó, con la interpretación del canto a la patria, himno nacional.
Por Tuto Tavárez