La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), a través del Instituto de Psicología de la Facultad de Humanidades (FH), analizó los principales retos del nuevo Código Penal y su relación con la Psicología Clínica y Social, en el marco del II Congreso Ciencia y Profesión de la Psicología en la República Dominicana.
La conferencia, impartida por el doctor Víctor Álvarez, docente de la Academia, destacó que la aplicación de la normativa enfrenta obstáculos, como la resistencia cultural, la debilidad institucional y la estigmatización de las víctimas.
Álvarez señaló que los profesionales de la psicología jugarán un papel clave, ya que serán los peritos responsables de validar delitos de carácter psicológico.
Explicó que el nuevo código contempla la penalización del bullying y el ciberbullying, con sanciones que varían según la gravedad: desde 15 días a un año en el caso del bullying, y de 2 a 5 años para el ciberbullying.
“Este es un avance importante, porque hemos visto cómo personas víctimas de este tipo de maltrato llegan incluso al suicidio, abandonan la escuela o quedan marcadas psicológicamente”, destacó el profesional.
El catedrático también se refirió al artículo 325, que condena la omisión de informar sobre maltratos a personas vulnerables, señalando que este debe ser analizado a fondo, ya que entra en posible contradicción con el derecho a la confidencialidad en la consulta psicológica.
“Este artículo debe ser evaluado en conjunto con el Colegio Dominicano de Psicólogos”, subrayó.
Advirtió sobre la debilidad del artículo 135, que tiene que ver con la violencia sexual, que, aunque contempla penas de hasta 20 años, limita la definición del delito solo a la penetración, dejando fuera otras formas de abusos.
También hizo referencia a otros artículos sensibles, como el 329 (denuncia falsa), el 123 (violencia doméstica), el 127 (violencia de género), el 134 (agresión sexual) y el 93 (feminicidio).
El maestro concluyó reiterando que el nuevo Código Penal no puede interpretarse únicamente desde el ámbito jurídico, sino también como un desafío cultural y psicológico, que exige mayor preparación institucional, políticas públicas integrales y un compromiso social con los derechos humanos.
La actividad, celebrada en el Paraninfo de la Facultad de Humanidades, contó con la presencia de autoridades académicas, docentes y estudiantes.