Bartolo García
Santiago, RD. – El Tribunal Constitucional (TC) realizó en la ciudad de Santiago una nueva entrega de la Cátedra Juan Pablo Duarte: Democracia Constitucional, con la conferencia magistral “La Asamblea Constituyente de 1908: la Constitución de Santiago”, a cargo del juez constitucional Manuel Ulises Bonnelly Vega, quien destacó los aportes duraderos que introdujo esta reforma en el sistema constitucional dominicano.
Durante su exposición, el magistrado Bonnelly Vega explicó que la Constitución de 1908 fue innovadora, introduciendo cambios fundamentales que aún permanecen vigentes, y que la distinguen como un hito dentro de la evolución jurídica del país. Recordó que fue la única reforma constitucional discutida y aprobada en Santiago, reafirmando el papel protagónico de esta ciudad en la defensa de la República.
Entre las transformaciones más significativas, mencionó el restablecimiento del Congreso bicameral —creando la Cámara de Diputados y el Senado— así como la reestructuración del Poder Ejecutivo, que pasó a estar representado exclusivamente por el presidente de la República, con facultades para emitir decretos, anteriormente reservadas al Congreso.
Otro de los elementos introducidos fue el derecho a no ser juzgado dos veces por la misma causa, uno de los pilares del debido proceso que sigue vigente en la Constitución actual. El juez también resaltó la importancia del nuevo criterio sobre la nacionalidad dominicana establecido en 1908, al reconocer como dominicanos a los nacidos en el país, salvo excepciones diplomáticas o de tránsito.
“Este modelo fue retomado por la Constitución de 1929 y ha sido la base del régimen de nacionalidad vigente hasta la actualidad. Por ello, debe reconocerse que fue la Constitución de Santiago, y no la de 1929, la que delineó originalmente los límites modernos de la nacionalidad dominicana”, expresó Bonnelly Vega.
Asimismo, el magistrado indicó que, en materia judicial, se estableció por primera vez la inamovilidad relativa de los jueces, así como la figura del recurso de casación y el control de constitucionalidad de leyes, decretos y reglamentos por parte de la Suprema Corte de Justicia, anticipando el actual sistema de justicia constitucional.
Otro de los avances reseñados fue la creación de las cortes de apelación, la elección directa de alcaldes y el reconocimiento de derechos como la inviolabilidad de la correspondencia y el libre tránsito. No obstante, lamentó que la reforma excluyera a las mujeres del ejercicio de la ciudadanía al establecer que solo los varones mayores de 18 años eran considerados ciudadanos.
“El acto constituyente de 1908 también marcó un cambio simbólico, al eliminar en el preámbulo la fórmula religiosa tradicional e introducir la frase ‘En nombre del pueblo’, reflejando un enfoque más laico y republicano”, destacó el magistrado.
El acto fue encabezado por el presidente del Tribunal Constitucional, magistrado Napoleón Estévez Lavandier, quien afirmó que la Constitución de 1908 introdujo cambios que marcaron un antes y un después en la estructura jurídica y política del país. “Esta conferencia magistral honra a los hombres y mujeres que han contribuido al desarrollo del derecho constitucional dominicano”, sostuvo.
El rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), doctor Secilio Espinal, pronunció las palabras de bienvenida, exaltando la figura de Duarte como modelo de ciudadanía. “Tenemos que hacer que valga la pena su sacrificio, construyendo día a día la nación que soñó”, expresó.
Durante la actividad, el Tribunal Constitucional, a través del Centro de Estudios Constitucionales, anunció la disponibilidad de becas para cursos sobre educación constitucional y derecho inmobiliario para los estudiantes universitarios presentes.
La Cátedra Juan Pablo Duarte forma parte de una trilogía de cátedras del TC orientadas a fomentar una cultura constitucional sólida, especialmente entre la juventud y la comunidad jurídica nacional, en reconocimiento a Duarte como el primer constitucionalista dominicano.
Esta iniciativa busca fortalecer el compromiso ciudadano con la defensa del orden constitucional y los valores democráticos, promoviendo la educación como herramienta fundamental para consolidar el Estado de derecho.
Con este encuentro en Santiago, el TC reafirma su misión de promover la formación cívica, el estudio del derecho constitucional y el legado de Juan Pablo Duarte como eje de la identidad jurídica nacional.
