134 viviendas, dos puentes y tres carreteras resultaron afectadas por las constantes lluvias registradas en las últimas horas, las cuales son provocadas por un sistema frontal ubicado al norte del país.
Además de estos estragos las precipitaciones destruyeron cuatro viviendas, dejaron tres comunidades incomunicadas y 660 personas evacuadas.
Esta información fue dada a conocer por el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) a través del boletín de este jueves.
Detalle de las pérdidas
En la provincia de Puerto Plata se inundaron las calles Los dos muelles, Los Callejones, Barrio Nuevo en su intersección con la calle Puerto Rico y la avenida Malecón.
En esta provincia en el municipio de Luperón, 18 casas se inundaron en el sector La Catalina; 12 en El Muelle, nueve en La Sabana; 20 detrás de Loma Ovalle y seis en el Callejón Escuela de los Barrios.
En la misma demarcación por la crecida del río Guzmán en el distrito municipal de Maimón, ocasionó la obstrucción de la carretera que se dirige a Cambiazo y Guzmán.
En el municipio de Sosúa se anegó la calle Pedro Clisante y zona de la Islabon, en Cabarete.
Espaillat
En Espaillat colapsó el puente peatonal de Canca La Reina, dejando incomunicado los sectores San Francisco Abajo, El Perú y La U.
Provincias en alerta
El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) aumentó este jueves a 16 las provincias en alerta verde y amarilla por posibles crecidas de ríos, arroyos y cañadas, así como inundaciones repentinas.
El organismo precisó que estas advertencias meteorológicas se producen debido al sistema frontal ubicado en la zona norte del país, el cual está generando lluvias fuertes con tronadas y ráfagas de viento.
Las provincias en alerta amarilla son Puerto Plata, María Trinidad Sánchez, Santiago y Espaillat. Mientras que en verde se encuentran La Vega, Monseñor Nouel, San Cristobal, Hermanas Mirabal, Montecristi, Hato Mayor, Duarte, Sánchez Ramírez, Valverde, Santo Domingo, Monte Plata y San Pedro de Macorís.
Las autoridades instan a los operadores de las pequeñas, frágiles y medianas embarcaciones en la costa Atlántica, permanecer en puerto por vientos y olas anormales.