Haití se enfrenta a una situación de emergencia con un toque de queda impuesto tras la fuga de miles de presos en un ataque pandillero, lo que ha llevado a la paralización de la capital, Puerto Príncipe, y ha generado preocupación tanto en Estados Unidos como en la ONU.
El gobierno decretó el estado de emergencia en el departamento Ouest, que incluye a Puerto Príncipe, estableciendo un toque de queda desde las 18:00 hasta las 05:00 locales hasta el miércoles 6 de marzo.
La fuga masiva ocurrió en la Penitenciaría Nacional luego de un ataque pandillero que también dejó una docena de muertos y afectó al aeropuerto internacional y edificios policiales.
Estados Unidos y la ONU expresaron su preocupación por la rápida deterioración de la seguridad en Haití. Además, la Organización de Estados Americanos (OEA) instó a tomar medidas urgentes en el país.
En respuesta, República Dominicana ha reforzado su presencia militar en la frontera y ha revisado la verja que está construyendo con Haití.
El líder pandillero Jimmy Cherisier, conocido como “Barbecue”, afirmó en un video que los grupos armados buscan la renuncia del primer ministro Ariel Henry, quien asumió el cargo tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021.
Por otro lado, los 17 exmilitares colombianos detenidos por el asesinato de Moïse, que estaban en la cárcel asaltada, decidieron no huir tras amenazas de muerte de una banda criminal.
La situación en Haití se ha vuelto cada vez más grave desde la muerte de Moïse, con una crisis política, humanitaria y de seguridad que ha desbordado a las autoridades estatales. La visita de un periodista a la prisión asaltada reveló un escenario desolador con cadáveres alrededor y un número reducido de reclusos en su interior.