Kevin Boclair estaba a punto de iniciar su segundo año en la Universidad de Bloomsburg, en Pensilvania, cuando su salud comenzó a deteriorarse de manera importante. Su tos era tan intensa que le provocaba vómitos. Su madre, Debbie Boclair, lo veía tan mal que decidió llevarlo al hospital. En este momento, el joven de 19 años está en coma por vapear.
Los médicos lo conectaron a un respirador artificial que lo mantiene con vida, pues debido a su condición de salud fue necesario inducirle un coma. Kevin sufre una enfermedad pulmonar grave causada por hábito de vapeo y por la que ahora podría necesitar un doble trasplante de pulmón.
Las autoridades han advertido sobre el creciente consumo de productos para vapear entre los jóvenes y los peligros que esta costumbre implica. Apenas en julio pasado, ocho adolescentes fueron hospitalizados en Wisconsin a causa del daño pulmonar que les provocó el uso de cigarrillos electrónicos. Y es que muchos de los líquidos saborizados que se usan para vapear no están reguladas y se desconoce su verdadero contenido.
La familia de Kevin Boclair ha hecho un llamado en diferentes medios locales para que los padres hagan lo posible por evitar que sus hijos vapeen. “Esto es incluso nuevo para los médicos. Me dijeron directamente que estaban tratando todas las cosas que tenía. Entró con neumonía doble. Lo trataron con antibióticos. Le están atendiendo de diferentes cosas, pero hay partes en las que ni siquiera saben lo que está pasando”, relató la madre de Kevin a ABC.
El pasado 30 de agosto, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron una advertencia sobre el brote de una enfermedad pulmonar severa asociada con el uso de cigarrillos electrónicos y reportaron 215 casos posiblemente asociados con el hábito de vapear en 25 estados de EEUU.
Si bien los CDC están realizando una investigación al respecto, sugieren evitar el uso de cigarrillos electrónicos para prevenir estos riesgos de salud, así como acudir inmediatamente al médico si se presentan síntomas como tos, dolor en el pecho, dificultad para respirar, náuseas, vómito, fiebre o fatiga.
Articulo publicado originalmente en ElDiarioNY.