SpaceX ha tenido un gran 2020 lleno de éxitos para sus misiones y muchos billetes para la cuenta bancaria de Elon Musk.
Han quedado lejos esos días en donde una prueba o una misión de esta compañía era sinónimo de un alto riesgo de explosiones.
Pero parece Elon y su equipo echan de menos esos momentos; y están preparando un proyecto con altas probabilidades de fracaso, según dice el propio Musk.
Starship: rómpete una pierna
A través de su cuenta oficial de Twitter Elon ha compartido algunos de los avances del próximo gran proyecto de SpaceX: realizar la primera prueba de gran altitud de su cohete Starship.
Este buque volador ha sido creado bajo la intención de que sea la nave que lleve a la humanidad a Marte. Actualmente se encuentra en su prototipo SN8 y se estima que cada lanzamiento tendrá un costo de USD $2 millones.
Good Starship SN8 static fire! Aiming for first 15km / ~50k ft altitude flight next week. Goals are to test 3 engine ascent, body flaps, transition from main to header tanks & landing flip.
— Elon Musk (@elonmusk) November 24, 2020
Starship legs are one of the hardest problems. Externally mounted legs require shielding, which adds mass. Wider stance adds mass. Shock absorbers add mass. That said, we need better legs.
— Elon Musk (@elonmusk) November 29, 2020
Pero para llegar a ese punto es necesario hacer pruebas con la nave; y en este próximo test elevarán el cohete por los cielos a más de 14 kilómetros de altitud.
Sin embargo, tal como explica el propio Elon en sus redes desde finales de noviembre; el punto más crítico actualmente con el Starship de SpaceX es su sistema de aterrizaje.
Ya que la inercia de su descenso y el peso vuelve mucho más complicado el proceso que con un cohete Falcon 9.
Así que Musk estima que existe una entre tres posibilidades de que el Starship aterrice bien. Osea augura un 66% de probabilidades de fracaso.
De que la misión no resulte impecable y el cohete se estrelle, en menor o mayor grado, al descender. Aquí reportaremos eso sin fallo.