En septiembre del 2000, hace 20 años, un grupo de softbolistas comenzaron a cabalgar a lomo de los Caballos Ebrios, equipo que nació con el respaldo del empresario y deportista Arnulfo Gutiérrez.
A Gutiérrez se le conoce como un propulsor de los caballos de paso fino, pero motivado por siete hijos varones, de los cuales, cinco jugaban en el equipo, quedó atrapado en la magia del softbol.
La historia comenzó con una visita a Jarabacoa, donde Gutiérrez alquiló un autobús, llamó al merenguero típico Lupe Valerio, para jugar dos partidos en Buena Vista con el equipo de Militico Coronado.
Después de los dos juegos, con varias cajas de whisky menos, el jolgorio de la música típica, descendiendo hacia Santiago, surgió la idea de bautizar el naciente equipo como los Caballos Ebrios.
De las manos de figuras como Jevo Núñez, Luis Peralta, Guillermo Estrella, Rayner Silverio, Joe Joppy, Rafael (Pocholo) Vásquez Pichi Almonte, Fito y Aneudy Gutiérrez, entre otros, el equipo continuó su desarrollo.
Después de ocho años intercambiando con los principales equipos del país, incluyendo la Selección Nacional, que estuvo tres días en Santiago, donde se preparaba para las eliminatorias para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, México.
El peregrinaje incluyó una visita de los Caballos Ebrios a Cuba, donde fueron recibidos con algarabía, porque ya su fama había trascendido allende los mares.
EL CLASICO
Ocho años después, en el 2008, Arnulfo Gutiérrez tuvo la brillante idea de hacer un clásico, el cual reuniera a los principales jugadores del país, donde se entregaron premios sin precedentes para los campeones y líderes.
Se escogió como escenario el estadio Lorenzo Frías, en Hoya del Caimito, donde se vivió un fin de semana de emociones con los juegos y música en vivo.
El Clásico Arnulfo Gutiérrez continuó creciendo, muchos dominicanos en Nueva York toman sus vacaciones que coincidan con el evento del bate fino y la bola grande.
El escenario de Hoya del Caimito se quedó chiquito, el público no cabía y se llevó el evento al majestuoso estadio Cibao, el cual albergó a miles de aficionados llenaban las butacas.
Por primera vez, se cobró para ver un evento de softbol, lo que benefició a varias instituciones de servicios, a las cuales Gutiérrez entregaba el dinero recaudado y que los fanáticos pagaban gustosamente.
El periodista Héctor J. Cruz elogió el evento y sus fines y sugirió que se cambiara el nombre de Caballos Ebrios por Caballos del Cibao, lo cual fue aceptado por Gutiérrez.
CAMPEONES Y MVP
La primera versión fue ganada por los Caballos del Cibao que representan a Santiago, siendo el Jugador Más Valioso, el fallecido Benito Domínguez y el premio Joselito Ramos al mejor lanzador, lo compartieron Randy Peña y Santiago Paulino (Pitufo).
Los Fulanos de Moca conquistaron cuatro clásicos consecutivos desde el 2009 hasta el 2011, donde los Más Valiosos fueron, Moisés Reyes, Pedro Mieses y Vladimir Badía, con los lanzadores Miguel Guzmán, Manuel Vargas Torres y Alfis Ramos.
Cuando se trasladó al estadio Cibao en 2012, los Fulanos ganaron por cuarta vez, donde Víctor Encarnación y Melvin Batista se llevaron los honores.
En 2013 los Caballos del Cibao cortaron la racha de los mocanos, donde Juan Rosario y Randy Peña fueron las figuras más destacadas.
Los Enllaves de Elías Piña fueron los monarcas en 2014, con Carlos Cruz y Ángel Salazar como los mejores, este último cerrando con un no hitter.
Los Patinboys de santo Domingo levantaron la copa en el 2015, con Berni Sánchez y Manuel Vargas Torres como figuras principales.
En 2016 el Clásico Arnulfo Gutiérrez no se realizó y en el 2017 los Patinboys volvieron a revalidar la corona, apoyados en Eddy Castillo Frías y Melvin Batista.
Los Caballos del Cibao encontraron la ruta del triunfo en el 2018, donde Kelvin Vásquez y Luis José Martínez se llevaron los galardones.
El año pasado, 2019, se estrenaron como campeones los Guerrilleros de Bonao, donde Eddy De la cruz fue MVP y José Cuevas el mejor lanzador.
En el 2020 como ha sucedido con la mayoría de grandes y pequeños eventos deportivos, el Coronavirus impidió la celebración del evento que marcó un antes y un después en el softbol de República Dominicana.
Por Tuto Tavárez