El sexo sigue siendo un tema que al hablarlo genera resistencia. Los orgasmos, las zonas erógenas, la masturbación, el sexo más allá del coito, el sexo anal, el sexo y los niños… son solo algunos de los temas sobre sexualidad que están en vueltos en mitos y que muchos prefieren no tocar, pero ¿dónde dejamos la sexualidad después de los 50?
Este es otro de los temas que envuelve mitos, estigmas y tabúes. ¿Quién dijo que una mujer no puede disfrutar del sexo después de los 50, o que un hombre no logrará estar lo suficientemente activo para continuar con su vida sexual?
Una gran cantidad de estudios indican que los adultos mayores de 50 años son bastante activos en la cama. Sin negar que el envejecimiento causa cambios físicos que impactan la vida sexual de cada persona, lo recomendable por términos de salud (física y emocional) es continuar disfrutando de las relaciones sexuales.
A continuación, los principales mitos según El Cordillerano:
Que las personas de edad no son deseables
Falso. Las mujeres y hombres mayores de 50 años tienen su atractivo. Aunque actualmente la sociedad estigmatiza y rechaza el inevitable paso del tiempo hasta en mismos.
Se pierde el deseo
Falso. La edad de una persona no tiene relación con su deseo sexual. Aunque con el pasar del tiempo todos los procesos se vuelven más lentos y puede disminuir la intensidad del orgasmo al igual que puede aumentar el tiempo en alcanzarlo, pero mayor lentitud no implica menor satisfacción. También se alarga el período refractario, es decir, el tiempo que lleva volver a excitarse después de un orgasmo.
Otro punto es pensar que la falta de lubricación o erección es falta de deseo. En muchos casos, solo se trata de una incomodidad o un bloqueo mental que lleva a la persona a evitar el acto sexual. Muchas veces lo que nos pasa es que confundimos un cambio fisiológico con un problema.
Se pierde la capacidad de tener relaciones sexuales
Falso. Los hombre y mujeres mayores de 50 años pueden tener en la fase de excitación una respuesta sexual distinta que se refleja en la erección y la lubricación.
En la mujer, la sequedad vaginal puede generar un fuerte dolor en la penetración y llevar a la evitación. En ningún caso la solución es continuar con un acto que cause dolor, pero la lubricación se soluciona con facilidad.
En el hombre la pérdida o el cambio en su erección impacta sobre su autoestima. Puede notar menos rigidez, sostener la erección durante menos tiempo y será fundamental que logre conectar la mente con algo que lo excite fuertemente.
En cualquiera de los casos, existe una amplia variedad de tratamientos posibles que se pueden llevar adelante con el acompañamiento adecuado de los profesionales correspondientes, una ginecóloga o un urólogo.
El sexo es riesgoso después de cierta edad
Falso. No existe ninguna condición que quite la posibilidad de vivir y disfrutar de la sexualidad. En todo caso lo que sí sucede con el tiempo es que el cuerpo y la respuesta sexual pueden presentar cambios. Por eso, es necesario ampliar la sexualidad más allá de lo genital.
Que empeora la calidad de las relaciones sexuales
Cada etapa de la vida nos va a desafiar a nivel sexual de una manera diferente. Hay personas que viven esta etapa como un reencuentro y una liberación.
La manera en que vamos a responder y acomodarnos a cada cambio tiene que ver con la historia sexual que hemos ido armando a lo largo de la vida. Cultivando una buena salud en general, y una sexualidad sana en particular, y con la información que nos permita vivirla en calma y sin prejuicios iremos por el camino más placentero.
Algunos datos sobre el tema
Según la organización AARP, otro estudio reveló que el 91% de los hombres y el 86% de las mujeres mayores de 50 años son sexualmente activos.
También identificaron que las mujeres son menos propensas que los hombres a llevar una vida sexual activa. Un 31% en total, comparado con un 51% de los hombres, pero son más propensas a estar sumamente o muy satisfechas con su vida sexual.
Cada persona es distinta y los mitos que existen en la práctica se desmontan. Sin duda, el paso del tiempo tiene sus ventajas: se gana en experiencia, confianza, nos conocemos más a nosotros mismos e, idealmente, nos tomamos las cosas con más calma y madurez. Tenemos más información, más conocimiento y control de la sexualidad y eso también es atractivo y sexual.