La prevención es una aliada a la hora de diagnosticar a tiempo, tratar y/o controlar enfermedades y condiciones. La especialista de medicina interna y salud preventiva del Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades (CEMDOE), la Dra. Laura Rodríguez Reyes, define “prevención” como un pilar de la medicina basado en evidencia y la herramienta perfecta para minimizar el riesgo de presentar enfermedades.
La Dra. Laura Rodríguez Reyes dice que la salud preventiva se logra a través de controles de salud anual/bianual, según corresponda por edad, sexo y factores de riesgo modificables y no modificables. Estos juegan un papel vital a la hora de evitar futuras complicaciones de salud, ya que un gran número de las enfermedades que hoy conocemos pueden cursar asintomáticas en fases iniciales o inclusive permanecer por años sin síntomas y signos evidentes para el paciente.
“Enfermedades cardíacas como la hipertensión, metabólicas como diabetes, dislipidemia, hipertrigliceridemia, así como algunos cánceres en estadios tempranos pudiesen presentarse sintomáticamente” y agrega “son la razón por la cual deben realizarse chequeos rutinarios o preventivos de tamizaje de enfermedades, ya que son indispensables para prevenir y, en dado caso, diagnosticar en estadios tempranos y disminuir el riesgo de complicaciones asociadas al no manejo o no control de las mismas”.
¿Qué es un chequeo preventivo?
La Dra. Rodríguez Reyes explica que “un chequeo preventivo es un método, por el cual los proveedores de salud buscan evaluar integralmente la salud de las personas sanas o con patologías controladas realizando exámenes físicos (toma de presión arterial y otros signos vitales y evaluación por cada sistema del cuerpo) y métodos de tamizaje (laboratorios, imágenes, procedimientos) para descartar la presencia de enfermedades con alta incidencia según los factores de riesgos de la población evaluada o corroborar en dado caso la buena salud del paciente.
Dentro de los beneficios mencionables de realizar estas evaluaciones preventivas, según describe la especialista, señala la reducción de complicaciones por enfermedades no diagnosticadas a tiempo, mejor calidad de vida y con ello mejor esperanza de vida, menor riesgo de enfermedades transmisibles, reducción de gastos por complicaciones de salud, entre otros.
Salud integral y señales de alerta
Mantener la salud integral, definida como la salud física, mental, social y emocional; es importante porque permite a las personas ser funcionales, productivas, independientes y mantiene su longevidad así como su calidad de vida.
La especialista en medicina interna indica que algunas de las señales más comunes de salud óptima son tener un buen peso, prestar energía para las actividades del día, el tener un sueño reparador, buen estado físico, anímico, y no presentar datos francos de dolor. Sin embargo, sugiere que se debe estar alerta ante datos de dolor, cansancio excesivo y fatiga, cambios repentino de peso, cambios en la piel y el peso, cefaleas frecuentes, mareos, cambios de ánimos, sentir palpitaciones, problemas digestivos frecuentes, entre otros.
Concluye afirmando que la prevención de enfermedades por medio de hábitos saludables de vida y evaluaciones médicas regulares son el método más eficaz para evaluar y garantizar el buen estado de salud. “Definitivamente son una inversión de bienestar a largo plazo, ya que ayudan a detectar problemas a tiempo, optimizar tratamientos y fomentar un estilo de vida saludable, garantizando una mejor calidad de vida de manera individual y comunitaria”.