La parte noreste del Jardín Botánico Nacional no cuenta con mucha protección debido al robo, desde hace tiempo, de las barras metálicas en la verja perimetral, situación que preocupa al director de la entidad, Pedro Suárez, que cuenta con un proyecto para resolver la problemática.
Desaprensivos aprovecharon la poca circulación vehicular y peatonal del lugar en algunas horas y la poca vigilancia para sustraer barras de más de cinco pies de largo con un cuarto de espesor para sustraerla y hacer negocio.
Desde que llegó a la dirección del Botánico, Suárez ha estado trabajando para resolver el problema y en el año que lleva de gestión tres personas han sido sorprendidas sustrayendo los metales, los han apresado, conducidos a la justicia y en poco tiempo son puestos en libertad solo con medidas de coerción como presentación periódica y multas.
“Se agarraron unos que tenían más o menos 40 y pico de barras, ya esos los transportaban que no fuera con otra cosa que no fuera una camioneta, eso pesa muchos quintales, definitivamente esos son mafias, y las mafias no se corrige con agarrar a la persona que se roba los hierros, hay que buscar donde los venden, quién se los compra, porque si no hay compradores, no hay vendedores”, refirió.