En 2015, la joven australiana Renee Gracie se convirtió en la primera mujer en ser piloto de tiempo completo en competiciones de automovilismo con vehículos V8. Pero poco a poco, Gracie fue perdiendo interés por las carreras y, aconsejada por algunos de sus seguidores a través de las redes sociales, decidió pasarse a la industria del porno.
Pese a tener un buen comienzo, Renee no logró sostenerse y su carrera se vino hacia abajo de manera rápida. Luego de tener tres temporadas de malos resultados, le puso punto final a su sueño automovilístico.
“No estaba obteniendo los resultados y no pude obtener la financiación. Traté de hacerlo lo mejor posible, pero llegó a un punto en que mi sueño se desvaneció”, reveló Renee Gracie en conversación con el medio australiano Daily Telegraph.
La expiloto reconoció que no logró ganar dinero, por lo que se alejó de ese deporte y empezó a trabajar en un concesionario de autos, donde decidió sacar provecho de su atractiva figura uniéndose al sitio para adultos Onlyfans. Según Gracie, esto surgió por pedido de sus fans en las redes sociales.
Ahora, la australiana se gana la vida vendiendo sus fotos y videos a cambio de una suscripción mensual de 12,95 dólares y expresó que “fue lo mejor que he hecho en mi vida”. Además, comentó que se encuentra con una posición financiera que “jamás hubiese soñado y realmente lo disfruto”.
Renee Gracie ahora es la “Princesa del Diablo”, apodo que se ganó cuando competía en el karting. “No puedes dejar que te detenga. Mientras no te lastimes, simplemente sigue adelante”, fueron las palabras de su padre cuando se enteró de su nueva profesión.