Santo Domingo – Michael Deivi Ramírez, alias “Yembrón,” un recluso que cumplía una condena de 20 años por el asesinato de un cabo de la Policía Nacional en 2011, murió tras secuestrar al coronel Ricardo Bidó, comandante de la cárcel del kilómetro 15 de Azua. El incidente ocurrió cuando Ramírez retuvo a Bidó y al agente penitenciario Alberto Montilla como rehenes durante varias horas.
El Ministerio Público confirmó que el recluso fue abatido durante una operación de rescate llevada a cabo por fuerzas policiales tácticas. Bidó, quien recibió tres heridas de bala, fue trasladado a un centro de salud y se encuentra en condición estable.
La Procuraduría General de la República señaló que Ramírez, de 38 años, mantenía a sus rehenes a punta de pistola. La Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC) ha iniciado una investigación para determinar cómo el recluso obtuvo el arma de fuego.
El vocero de la Policía Nacional, Diego Pesqueira, indicó que Ramírez había amenazado con usar la pistola y que tras varias horas de negociación, fue neutralizado por las autoridades. La familia del recluso, sin embargo, expresó su descontento por la forma en que se manejó la situación, alegando que Ramírez buscaba hablar con la prensa antes de ser abatido.
La operación y secuestro de funcionarios penitenciarios en cárceles dominicanas es un recordatorio de la complejidad de los desafíos de seguridad en los recintos penitenciarios del país. El coronel Bidó fue trasladado al Hospital General de la Policía Nacional en Santo Domingo para recibir tratamiento adicional, mientras el cuerpo de Ramírez fue llevado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para la autopsia.