POR: RICARDO GONZÁLEZ QUIÑONES – Arquitecto. Reside en Santo Domingo.
Después que fuimos derrotados en la Plaza de Armas de Sabaneta, aquel funesto jueves 5 de marzo del 1863, un pequeño grupo de los que sobrevivieron, se reunieron debajo de un árbol de Almácigo en las inmediaciones de lo que hoy es Villa Los Almácigos y decidieron ir a Haití, a la cabeza Santiago Rodríguez, a buscar elementos de guerra para seguir la lucha contra los españoles y restaurar la Independencia.
En Haití permanecieron 172 días preparando lo que ellos llamaron La Revolución Final. Una vez tenían las armas, machetes y municiones que necesitaban, el sábado 15 de agosto del 1863 subieron al Cerro de Capotillo Español, 14 hombres y una bandera. Estos fueron: Santiago Rodríguez, Benito Monción, Alejandro Bueno, Eugenio Belliard, Segundo Rivas, José Cabrera, Pablo Reyes, Juan de Mata Monción, Palilo Reyes, Juan de la Cruz Alvarez, Tomás Aquino Rodríguez, Sotero Blanc, San Mézquita y el español José Angulo. Izaron el Pabellón Cruzado que fue confeccionada por Humberto Marzán, y bajaron del Cerro el domingo 16 de agosto del 1863.
Abajo, los esperaban más de 90 combatientes, dirigidos por Antonio Pimentel y Gaspar Polanco. Partieron desde allí en dos columnas, una con Santiago Rodríguez, Ignacio Reyes y José Cabrera con unos 65 combatientes rumbo a Sabaneta, y la otra con Benito Monción, Gaspar Polanco y Antonio Pimentel con unos 36 revolucionarios, rumbo a Guayubín.
Es a partir de este momento que la historiografía dominicana dice que se inicia La Guerra de la Restauración. Yo humildemente creo que aquí se reanuda la Guerra de la Restauración, porque desde el día 2 de mayo en Moca, se había estado peleando por restaurar la Independencia que un 18 de marzo el inconsulto caudillo le había entregado nuestra nación a España.