La mandataria lo informó a través de su cuenta de Twitter. “Me siento bien, me siento fuerte”, expresó
La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, informó este jueves que ha dado positivo por COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, y que realizará una cuarentena durante 14 días para luego hacerse una segunda prueba.
“Me siento bien, me siento fuerte”, expresó la mandataria en un video publicado en su cuenta de Twitter. “Voy a seguir trabajando de manera virtual desde mi aislamiento”, agregó.
Áñez asegura en su mensaje que contrajo la enfermedad luego de “trabajar por las familias boliviana” desde el inicio de la pandemia, muchas de las cuales “en las últimas semanas han dado positivo al coronavirus”.
Récord de contagios en el país
Bolivia volvió a marcar un récord diario de contagios por la COVID-19, con 1.439 casos registrados este jueves y una creciente saturación de centros de salud.
El último reporte del Ministerio de Salud refleja 42.984 casos confirmados y 1.577 decesos en el país, de unos once millones de habitantes.
El anterior récord diario de contagios era de 1.301 el pasado 2 de julio, después de que desde finales de junio la curva de casos positivos muestre una tendencia creciente con más de mil confirmados cada día, una cifra relevante en el país.
Las principales ciudades de Bolivia, como Santa Cruz, El Alto, La Paz y Cochabamba, reportan cada día situaciones que llevan a hospitales y otros centros de salud a declararse en emergencia por falta de recursos humanos y materiales para atender el aumento de enfermos, advirtiendo de que se ven obligados a cerrar o a limitar sus servicios a las emergencias.
La ciudad de Cochabamba, de algo más de 600.000 habitantes, registra casos de personas que fallecen en la calle y de familias que deben esperar días para poder enterrar o incinerar a fallecidos por COVID-19, ante la saturación del cementerio, con protestas sociales ante las autoridades en demanda de soluciones.
Cochabamba y Santa Cruz tienen cementerios en los que se excavan fosas de urgencia, al igual que sucedió en otras ciudades bolivianas como la amazónica de Trinidad cuando se produjeron brotes de la enfermedad.
Bolivia tiene declarado estado de emergencia sanitaria desde finales de marzo, con una cuarentena que se ha ido flexibilizando y endureciendo de nuevo por fases en función de un mapa de riesgo del nuevo coronavirus por regiones y municipios del país, que está ampliada a todo julio.
Estudios como los que publica la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos muestran que Bolivia está entre los países más afectados del mundo por esta pandemia en comparación con su población y en cuanto al porcentaje de fallecidos respecto a los casos confirmados de la enfermedad.
La COVID-19 afecta incluso al Gobierno interino del país, con al menos tres miembros del gabinete contagiados y varios en aislamiento preventivo, e incluso la presidenta transitoria, Jeanine Áñez, trabaja desde la residencia oficial en La Paz sin acudir apenas a su oficina.
El Parlamento boliviano también está afectado, con varios legisladores contagiados y uno fallecido con sospechas de la enfermedad, su presidenta, Eva Copa, en aislamiento preventivo y sesiones virtuales o con medidas de bioseguridad que se han reforzado.