Santo Domingo, RD.- A pesar de que Punta Catalina es la obra en República Dominicana más importante bajo contrato de Odebrecht, la cual confesó en diciembre pasado ante una corte en EUA que pagó 92 millones de dólares en sobornos en el país, entre los años 2001 y 2014, esta construcción y su contrato no desempeñan un papel central en la investigación de la justicia dominicana.
Un extenso reportaje publicado este martes, 3 de octubre, en el semanario italiano, L’ Espresso, califica de increíble el comportamiento de la justicia dominicana que se niega a investigar la licitación y el contrato de Punta Catalina, cuyo costo es más de la mitad de los 5 mil millones de dólares del total de todos los contratos obtenido por Odebrecht en el país.
Contrasta la desidia de las autoridades judiciales dominicanas con la opinión del movimiento Marcha Verde que considera a Punta Catalina el símbolo de su lucha contra la corrupción y la impunidad.
“Queremos poner fin a la corrupción y la impunidad, pero sin claridad sobre lo que pasó con la adjudicación del contrato multimillonario de Punta Catalina nunca habrá verdadera justicia”. El reportaje cita estas palabra de Enrique de León, miembro del Comité Nacional Contra el Cambo Climático, “una de las miles de almas de la Marcha Verde”.
Junto con La República y Corriere Della Sera, L`Espresso forma parte de las publicaciones más prestigiosas y más influyentes de Italia. En esta revista publican los escritores e intelectuales más importantes de Italia como el recién desaparecido escritor Umberto Eco, una firma que fue habitual en sus páginas.
Desde su aparición en 1955, esta revista ha sido portavoz de importantes batallas civiles como la aprobación de la ley de divorcio, la defensa del No en el referéndum abrogatorio propuesto por la iglesia católica que intentaba reformar las estructuras políticas de la República, la defensa a favor de la ley del aborto y de la campaña que desembocó en la dimisión del ex -presidente Giovanni Leone.
El reportaje bajo la firma de Luca Manes, destaca también que siendo el contrato de Punta Catalina “llave en mano”, el gobierno dominicano ha invertido más de 1,200 millones de dólares y recoge la opinión de expertos como la de Antonio Almonte, especialista en temas energéticos y dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) que estima que las plantas de Punta Catalina podrían llegar a costar 3 mil millones de dólares.
L`Espresso vio confirmada la predicción de Almonte con la exigencia de Odebrecht de 700 millones de dólares adicionales para terminar a Punta Catalina publicada días después en el Listín Diario.
Igualmente, el reportaje consideró que el planteamiento de Odebrecht de que no podrá entregar las plantas hasta el año 2019, un desmentido a la opinión del presidente de la Asociación Dominicana de Diarios, Director de El Nuevo Diario y también miembro de la comisión presidencial para analizar la licitación y el contrato de Punta Catalina, Persio Maldonado, quien había asegurado al autor del artículo que esta obra estaba avanzada en más de un 70% y que sería terminada para finales de este año 2018.
La publicación recoge las declaraciones de Pepe Abreu, presidente de la confederación CNUS, que afirma que “nuestros miembros nos dicen que el trabajo se completará sólo en 2019 y se quejan de la baja calidad de los materiales utilizados. Ha habido varios accidentes, dos personas han muerto y otras han resultado heridas “.
Punta Catalina es de interés para la opinión pública italiana porque una de las empresas socias de Odebrecht en la construcción de la obra es la empresa italiana Marie Tecnimont junto con la dominicana Acero Estrella.
También uno de los bancos que conforman el pool de bancos europeos que financiaba el proyecto y que ante el escándalo de corrupción de Odebrecht suspendieron el desembolso de la restante mitad del financiamiento, es el banco italiano UNICREDIT.
Igualmente está involucrada en este proyecto la empresa pública italiana SACE que es la aseguradora del préstamo europeo y los terrenos donde se levantan las plantas de Punta Catalina son propiedad de la poderosa familia Vicini de origen italiano.
Otra conexión de Punta Catalina con Italia que destaca el reportaje, es el carbón colombiano que según todos los consultados por la revista, será el combustible de estas plantas, cuya importación a Italia ha sido suspendida recientemente por la empresa ENEL por estar vinculado con asesinatos de sindicalistas, con los despojos masivos de la población y con la violencia de las unidades paramilitares en la región del Cesar, en el caribe colombiano.