El que ha viajado sin mirar el calendario lo sabe: si se visita una ciudad en lunes, hay riesgo de encontrarse los museos cerrados.
Según las fuentes consultadas por ABC, los museos necesitan cerrar un día a la semana por muchos motivos. En primer lugar está la regulación del descanso de su personal, que obliga a disponer de una jornada completa sin apertura. Eso no quiere decir exactamente sin trabajo, porque este día a veces se dedica a reordenar o preparar exposiciones temporales.
El lunes es un día apropiado por ir justo detrás del fin de semana, que es cuando más visitas se realizan.
El necesario cierre llega así tras el pico de llegada de personas y en un día que, según las estadísticas, tampoco conlleva por sí mismo demasiada actividad. Eso es bueno para el personal, pero también para el propio centro cultural y para sus obras.