Alonso parte 2º en un circuito en el que Red Bull tiene ventaja. Los safety car son frecuentes en Jeddah y eso podría ayudar a un piloto cuya mejor versión siempre se ve los domingos
MARCO CANSECO
Marca.com
El 33 está mucho más cerca de lo que estaba en el mes de diciembre, cuando desde las redes sociales unos alonsistas redomados se pusieron a hacer cábalas en redes sociales sobre el guarismo que indica, primero la siguiente victoria de Fernando en su serie personal, tras la 32 (España 2013) y el tercer título Mundial, que tanto se le ha resistido y que mereció en 2010 y 2012 más que Vettel.
Lo que parecía un juego va cuajando, merced a un Aston Martin que ha nacido con muchas más virtudes y aplomo del esperado y por un Alonso rejuvenecido, con el hambre de antaño y con máquina para plasmarlos en cada sesión. En Bahréin fue quinto en parrilla y tercero en carrera para regresar al podio. La impaciencia parecía adueñarse de una nueva afición, muchos de los cuales nunca han visto uno de sus triunfos, para pedirle el imposible…
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Y el asturiano, con 41 años, redobla la apuesta y la ilusión de todos, colándose en primera línea, luchando el segundo mejor tiempo y cediendo sólo ante alguien que estaba sancionado como Charles Leclerc y encarando una salida que pude ponerle primero antes de la primera curva. Es difícil ante un Checo Pérez que parece en otro ritmo con Red Bull, pero no imposible, desde luego.
Y si no sucede en Jeddah, lo hará en algún trazado que le vaya mejor al AMR23, pues este de alta velocidad y pocas curvas era un escollo para las características de su nuevo monoplaza
Alonso, con la adrenalina del tercero que se convertía en segundo en parrilla, y viendo la avería de Max Verstappen, que tendrá que salir 15º, se rebelaba ante una insinuación del entrevistador de la F1 a pie de pista. “Pero tu ritmo de carrera no era tan bueno (el viernes) y las ruedas se venían abajo a partir de la vuelta 17”, le sugería. Fernando lo cortó de inmediato: “Eso no era real, fue porque hubo tráfico (hasta dos coches seguidos). Sí tenemos ritmo, ese es uno de nuestros puntos fuertes y deberíamos ir mejor el domingo que el sábado”, puntualizaba. E ir mejor es ganar o estar cerca, partiendo desde el segundo.
Cauteloso, pero ambicioso
Luego, ya más pausado, junto a Checo Pérez y Charles Leclerc en la rueda de prensa, Fernando prefería taparse un poco en cuanto a lo que realmente piensa. “Es tentador pensar en la victoria, pero si no les pasa nada a los Red Bull no es factible”, subrayaba. “Dicho esto tenemos buen ritmo de carrera, veremos si podemos porque siempre puede pasar algo como le ha ocurrido a Max, la F1 no son matemáticas exactas, si ocurre pelearemos por esa oportunidad, pero no estamos en posición de ganarles en puro ritmo de carrera, están en otra liga y debemos concentrarnos más en los que vienen de detrás como Ferrari, Mercedes, Alpine…”, añadía enfriando un ambiente que es infernal a su alrededor.
Incluso sugería la posible remontada de Verstappen desde el 15º que le ha tocado al holandés tras romper el palier de su RB19 en la Q2. Ni el propio Max daba crédito a esa opción ante la prensa de su país, pero tampoco decía toda la verdad. En 2021 hubo cuatro coches de seguridad en esta carrera y en 2022 otros cuatro. Si se repiten, Fernando tiene opciones de ganar y Max de estar cerca de hacerlo.
Lo normal es que Checo Pérez mantenga la primera plaza y se escape, pero el mexicano advertía que le llega un gran peligro por detrás. “Es clave que sea capaz de mantener el primer puesto, porque toda nuestra estrategia de carrera como equipo depende de eso”. Y nadie está libre de una mala salida o de que la de Aston Martin, uno de los coches que mejor tracciona, sea mejor que la suya.
Todo es posible en un circuito urbano y la 33 está cada vez más cerca. Este, en dos semanas en Melbourne o en las 19 carreras que quedarán luego. Por cierto, este es el tercer fin de semana, del tercer mes, del tercer año de esta década…