Antes de abordar estas interrogantes, es fundamental tener claridad sobre si nuestro consumo habitual de chocolate, una mezcla de cacao y azúcar molidos, a menudo enriquecida con ingredientes como canela o vainilla, es ocasional o regular. Carmen Escalada, nutricionista clínica del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), señala que al compartir este dulce como regalo, es crucial reflexionar sobre si planeamos consumirlo exclusivamente en fechas como San Valentín y en cantidades moderadas, o si forma parte habitual de nuestra dieta por diversas razones.
La nutricionista del IMEO establece que consumir un trozo de tarta con chocolate como postre cada sábado en reuniones familiares o con la pareja se considera un hábito alimenticio regular. Por otro lado, si la intención es disfrutar del chocolate únicamente en ocasiones como San Valentín, no es necesario optar por opciones especialmente saludables, siempre y cuando nuestra dieta cotidiana sea equilibrada y nutritiva.
Para un consumo esporádico y ocasional, se recomienda elegir chocolates preferiblemente caseros o artesanales, con poca industrialización, consumiéndolos con moderación y retomando nuestra alimentación habitual una vez pasada esa ocasión especial.
Si el regalo de chocolate se enmarca dentro de un hábito frecuente de consumo de este dulce, es esencial seleccionar opciones más saludables. Carmen Escalada ofrece una serie de consejos para tomar en consideración al elegir el chocolate, priorizando aquellos con alto contenido de cacao, bajos niveles de azúcar y edulcorantes, y optando por ingredientes como aceite de oliva en lugar de aceites refinados. Asimismo, sugiere buscar chocolates con frutas naturales, hortalizas o especias en lugar de aditivos menos saludables, evitando edulcorantes artificiales que pueden afectar al paladar y la flora intestinal.
