Miguel Cruz Tejada
Nueva York.- Uno de los acusados de asesinar al estudiante dominicano Lesandro Guzmán Feliz (Junior) se declaró culpable de cargos menores, a cambio de recibir una sentencia benévola y testificar en contra de cinco de sus compañeros, como los responsables de asesinato en primer grado, que enfrentan una condena de cadena perpetua.
Kevin Álvarez, quien fuera miembro de la pandilla Los Trinitarios, fue parte dek grupo de jóvenes que arrastró a Junior fuera de una bodega en el Bronx, donde el adolescente se había refugiado huyendo de los pandilleros, el 20 de junio de 2018.
El canal WPIX 11, dijo anoche que Álvarez, se declaró culpable ayer miércoles a puertas cerradas en la Corte Suprema Estatal de El Bronx donde se ventila el caso.
Álvarez fue liberado de la cárcel bajo custodia protectora, después del acuerdo con los fiscales.
Los padres de Junior no reaccionaron de inmediato, pero la madre, Leandra Feliz, dijo el mes pasado que ella no aceptará ningún tipo de acuerdo entre los fiscales y los pandilleros, reclamando que los 14 acusados, sean sentenciados a pena de por vida.
Se espera que Álvarez, testifique en el juicio contra los cinco pandilleros que serán juzgados primero.
Álvarez, fue uno de los primeros sospechosos arrestado por policías del cuartel 48 en junio pasado, donde fue acusado de asesinato en segundo grado.
En el interrogatorio dijo que pensaba que solo estaba participando en una pelea.
Pero Álvarez fue acusado de ser parte de la planificación para buscar rivales de la pandilla Los Trinitarios, y de la persecución que obligó a un Junior presa del pánico a buscar refugio en la bodega Cruz & Chiky, en la esquina de la calle 183 Este y la avenida Bathgate en El Bronx, frente a la cual fue brutalmente asesinado a cuchilladas y machetazos.
Junior se quedó sin sus sandalias, antes de saltar sobre el mostrador de la bodega y pedirle ayuda al bodeguero Héctor Cruz, quien era el propietario y luego de amenazas decidió venderle el negocio a un comerciante dominicano.
Álvarez fue visto en uno de los videos de vigilancia pidiendo que entregaran a Junior a un grupo de jóvenes enojados, uno de los cuales afirmó falsamente que el adolescente asesinado le había robado a su abuela.
Junior regresó a la bodega con una herida de machete en el cuello.
Un cliente molesto que sostenía bolsas de papas fritas, junto con algunos empleados de la tienda, le dijo al adolescente sangrante que caminara una cuadra hasta la sala de emergencias del hospital Saint Barnabas, lo que hizo, pero colapsó en la calzada antes de poder llegar a la puerta del nosocomio. Álvarez fue uno de los otros nueve acusados de asesinato en segundo grado.
Se espera que otro acusado, Diego Suero, testifique en el juicio contra los cinco.
Suero le dijo a la policía que él era el jefe de la célula de Los Trinitarios “Los Sures” cuyos miembros creyeron que Junior era miembro de la célula “Sunset”.
La policía dijo que Junior no era miembro de ninguna pandilla y que su madre dijo que soñaba convertirse en detective de la policía de Nueva York, entrando al programa “Explorers” de la uniformada, donde los aspirantes a policías reciben entrenamientos previos para novatos y participan en actividades comunitarias.