Por Horacio Nolasco
El tema de las sustancias prohibidas (Performan Enhancing Drug, PEDS en ingles) es tan espinoso, humillante, aberrante; tan difícil que aveces nos parece como si tratáramos a alguien con una enfermedad incurable y para colmo contagiosa.
Robinson Canó y su caso
Robinson Canó dio positivo a una prueba sobre sustancias prohibidas, en ese caso un diurético que se usa para cubrir el uso de estimulantes para mejorar el rendimiento. A cualquier otro jugador de categoría media o inferior se le podía dejar pasar y escupir su honra sin ningún inconveniente. El jugador, con un contrato de 10 años garantizados, un camino trillado hacia el Salón de la Fama y una figura venerada en las Mayores, metió la pata hasta el eje.
Historia de las sustancias estimulantes en el béisbol
La historia del uso de sustancias estimulantes, no prohibidas, se remonta al siglo 19. James-Pud-Galvin fue una de las figuras del juego en los primeros años de las Mayores. Pud (365-310 2.85) fue el primer lanzador que consiguió 300 triunfos, 6,000 entradas lanzadas y único con 10 temporadas de 20 o más triunfos en las Mayores. Tras un declive en su carrera decidió experimentar con un componente para mejorar su rendimiento procedente de testículos de perros y coballos (curíos), en una fecha tan lejana como 1889. Se dice que Babe Ruth también usó dicho extracto.
Uso de anfetaminas en el béisbol
Las anfetaminas (benzadrina, producto que contenía anfetaminas) se comenzaron a usar desde 1928, utilizándose de manera continua y popular a partir de la primera guerra mundial. Como usuarios de ese estimulante se mencionan figuras de la talla de Mickey Mantle, Reggie Jackson, Willy Mays, Steve Carlton, Pete Rose y según Tony Gwynn la mitad de los peloteros usaban greenies, como eran llamadas esas pequeñas, pero eficientes pastillas utilizadas para aliviar dolores y el cansancio durante la extensa temporada de MLB.
El inicio del programa antidopaje en Grandes Ligas
En el año 2006 las Grandes Ligas inició el programa antidopaje. Todos, el sindicato, los jugadores, entrenadores y el Comisionado Bud Selig, se hicieron de la vista gorda, los pendejos hubiera dicho mi padre. Las suspensiones, el congreso, la lista de estelares proscritos, empañaron el béisbol y la carrera de muchos que utilizaron algo que no era prohibido, pero a sabiendas que no se estaba haciendo lo correcto. Muchas figuras usaron esteroides o greenies que no han sido vinculados de manera pública, para bien del negocio.
La situación actual en el béisbol
El béisbol está en su mejor momento económico, con ingresos sobre los 10 mil millones de dolares, mas en los últimos dos años no ha habido figuras que estén situadas entre los 100 deportistas más populares del mundo (en 2016 hubo 8 jugadores en la lista de los 100 atletas más populares de la tierra, según ESPN). En Marzo señalé que en Grandes Ligas no quieren viejos, confirmando en días recientes el jardinero dominicano Carlos Gómez que en su equipo solo se ha hecho pruebas a tres jugadores, dos latinos y un negro, los tres de más de 30 años.
Polémica en las pruebas antidopaje
Me llama la atención que las pruebas son realizadas de manera ¨aleatorias¨, casuales, aprobadas por MLB y el sindicato, sin embargo el laboratorio decide cuantas pruebas y a quienes se les hacen. Yo supongo que a Mike Trout, Shohei Ohtany, por no herir la sensibilidad del mercado japonés, no son tratados igual que Carlos Gómez o cualquier jugador que venga del patio trasero de USA (ayer la plana mayor de Cleveland tuvo que desmentir que fue falso el informe sobre la suspensión de José Ramírez).
El tema de los esteroides y las sustancias prohibidas, incluso se da el caso de algunos latinos que dan positivo por usar estimulantes sexuales en sus juergas con varias mujeres durante la temporada muerta, es altamente espinoso.