NACIONES UNIDAS.- El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó enérgicamente la masacre perpetrada por una pandilla en Haití, que dejó al menos 40 personas asesinadas en el pueblo pesquero de Labodrie, al norte de Puerto Príncipe.
El ataque ocurrió la noche del jueves 11 de septiembre y, según autoridades locales, entre las víctimas figuran mujeres, niños y ancianos, lo que ha generado un profundo rechazo internacional.
“Estoy alarmado por los niveles de violencia que sacuden a Haití e insto a las autoridades a garantizar que los responsables de estos crímenes y otras violaciones a los derechos humanos sean llevados ante la justicia”, expresó Guterres en un comunicado difundido este sábado.
El portavoz oficial del secretario general, Stéphane Dujarric, transmitió además las condolencias de Naciones Unidas a las familias de las víctimas y al pueblo haitiano, destacando que se trató de un “brutal ataque contra civiles indefensos”.
El origen de la masacre estaría vinculado con la muerte de un líder criminal conocido como Vladimyr Pierre, alias “Vlad”, segundo al mando de la banda Viv Ansanm, fallecido el pasado 7 de septiembre en un enfrentamiento con la Policía Nacional de Haití.
Como represalia, integrantes de la organización armada irrumpieron en Labodrie, ejecutaron a decenas de residentes, acusándolos de colaborar con las fuerzas de seguridad, y luego incendiaron viviendas y comercios de la zona.
El Departamento de Estado de Estados Unidos recordó que Viv Ansanm fue declarada organización terrorista en mayo y es considerada una de las principales responsables de la creciente inestabilidad en Haití, extendiendo su control desde Puerto Príncipe hacia otras comunidades rurales.
Medios haitianos informaron que la Policía Nacional de Haití evitó pronunciarse de manera oficial sobre la masacre, aunque fuentes locales confirmaron la identificación de al menos 42 cadáveres por parte de las autoridades comunales.
El presidente del Consejo Administrativo de las Secciones Comunales de Boucassin, Baptiste Joseph Louis, detalló que varios sobrevivientes huyeron del área por temor a nuevos ataques y denunciaron que los pandilleros también cometieron violaciones sexuales contra mujeres y niñas.
“Lo que ocurrió aquí es una violación masiva de derechos humanos. Las familias tienen miedo, no encuentran a sus seres queridos y la comunidad ha quedado devastada”, declaró Joseph Louis.
La violencia de las pandillas se ha convertido en una amenaza nacional en Haití, donde miles de personas han sido desplazadas en los últimos meses y comunidades enteras han quedado bajo control de los grupos armados.
Testigos del ataque aseguraron que la masacre de Labodrie refleja la creciente escalada de violencia y retaliaciones entre las bandas y las fuerzas de seguridad, en un contexto de colapso institucional que agrava la crisis humanitaria en el país.
“Antes vivíamos con dignidad, ahora estamos peor que los que mendigan en la calle. Incluso mendigar se ha vuelto inútil porque ya no queda nada”, relató una mujer desde la capital, describiendo el sentimiento de desesperanza que atraviesa la población.
La ONU insistió en que el Estado haitiano debe actuar con urgencia para frenar el poder de las pandillas y restablecer la seguridad en las comunidades, mientras organismos internacionales como Reuters y EFE confirman que la masacre en Labodrie es uno de los episodios más sangrientos registrados en 2025.
(Con información de Reuters y EFE)