Bartolo García
Santo Domingo.– La Conferencia del Episcopado Dominicano emitió un comunicado en el que expresa su profunda solidaridad con las familias afectadas por el paso del huracán Melissa, que ha generado pérdidas humanas, daños materiales y afectación comunitaria en diversas zonas del país.
Los obispos manifestaron su cercanía espiritual a quienes han sufrido por las intensas lluvias y fuertes vientos asociados al fenómeno, y llamaron a la población a mantener la esperanza y a apoyar de manera activa a las comunidades golpeadas por el ciclón.
“Acompañamos con oración y afecto a las familias que han visto su vida alterada tras este evento climatológico. Invitamos a ser peregrinos de esperanza, orando y prestando la ayuda que cada uno pueda ofrecer”, expresaron en su mensaje pastoral.
También extendieron su apoyo solidario a los países vecinos del Caribe que resultaron impactados por el huracán, incluyendo Haití, Jamaica y Cuba, donde se reportaron pérdidas humanas y severos daños a viviendas, cosechas e infraestructura.
Los líderes eclesiásticos resaltaron la importancia de la cooperación entre naciones en momentos de crisis, motivando a fortalecer los lazos de hermandad con acciones concretas que alivien el sufrimiento de las poblaciones más vulnerables.
En el comunicado, los obispos informaron que la Iglesia Católica dominicana, a través de sus instituciones y pastorales sociales, ha activado iniciativas de ayuda coordinada para asistir tanto a los afectados en el país como en otras naciones caribeñas perjudicadas por el huracán Melissa.
Asimismo, hicieron un llamado a las autoridades competentes a continuar brindando asistencia oportuna a las familias damnificadas, garantizando refugio, alimentación, atención de salud y apoyo psicológico a quienes lo requieran.
“Es momento de mantenernos unidos como sociedad, trabajando con espíritu de servicio y sensibilidad humana para que ninguna persona quede desamparada en esta etapa de recuperación”, señala el texto.
Los obispos resaltaron la importancia de la oración como fuerza espiritual que inspira esperanza y fortaleza en tiempos difíciles, e invitaron a los fieles a elevar plegarias por las almas de los fallecidos y por el consuelo de sus seres queridos.
Pidieron también por la pronta restauración de las comunidades afectadas y por la protección divina sobre todo el territorio nacional, en medio de una temporada ciclónica activa y de constantes amenazas meteorológicas en la región.
La Iglesia reconoció la labor de los organismos de emergencia, brigadas de rescate y voluntarios que se han mantenido trabajando para salvaguardar vidas y apoyar a quienes necesitaban evacuación y asistencia inmediata.
Destacaron además el espíritu solidario del pueblo dominicano, que históricamente ha mostrado disposición a ayudar en momentos de adversidad y a actuar con generosidad frente a situaciones extremas.
Finalmente, los obispos alentaron a la ciudadanía a mantener la calma, seguir las recomendaciones oficiales y colaborar con iniciativas comunitarias de apoyo, reafirmando que la fe, la unidad y la solidaridad serán claves para superar esta difícil etapa.
Con este llamado, la Iglesia Católica reafirma su compromiso pastoral y social con las familias más vulnerables, invitando al país a responder con compasión, oración y ayuda concreta ante los desafíos que deja el huracán Melissa.

