El líder de la secta de cultos sexuales Nxivm, Keith Raniere, fue condenado a 120 años de cárcel la mañana de hoy martes en la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, por dirigir un culto de esclavas sexuales donde las mujeres eran marcadas como vacas y obligadas a tener sexo con él. Parte de las víctimas, entre ellas, tres mexicanas testificaron que les ponía collares de perros y las obligaba a tener sexo con él, mientras permanecían encerradas como presas y esclavas.
Raniere, de 60 años de edad, que se describía a sí mismo como un “Ghandi por los Descarriados”, y que fue desenmascarado como un maestro manipulador pervertido, había sido condenado previamente a 15 años en prisión por siete delitos graves que iban desde tráfico sexual hasta extorsión, pornografía infantil y trabajo forzoso.
El juez federal Nicholas Garaufis, lo condenó a los 120 años y el convicto no mostró remordimiento ni reaccionó a la sentencia.
“Para él, las víctimas valientes son mentirosas”, dijo el juez Garaufis antes de sentenciarlo y le ordenó pagar una multa de $1,72 millones de dólares.
“El señor Raniere permaneció impasible. Él por lo tanto no ha demostrado remordimiento, en lugar de eso, mantiene hasta el día de hoy que no ha hecho nada malo”, dijo el juez.
Raniere se puso de pie mientras el magistrado leía la sentencia.
En el transcurso del día, una gran cantidad de víctimas comparecieron ante el juez para contar sus historias de abuso sexual, físico y mental a manos de Raniere.
El líder de la secta luego se dirigió al juez mientras sus acusadoras lo miraban.
“Creo firmemente que soy inocente de los cargos”, dijo. “Pero también es cierto que veo todo este dolor. “Mienten por una razón, y esa razón proviene de mí”, añadió.
“Siento un profundo remordimiento, pero no siento remordimiento por los crímenes que no cometí”, dijo.
Raniere miró a sus acusadoras y las elogió por hablar en el tribunal, a pesar de que dijo que estaban mintiendo.
Las que hablaron en su contra en la audiencia incluyeron a su primera esclava sexual, quien finalmente rompió el silencio para decirle al juez que el líder del culto le quitó la virginidad cuando ella tenía 15 años de edad.
India Oxenberg, hija de la actriz de televisión Catherine Oxenberg, también dijo que Raniere la “mató” de hambre para que pareciera una niña de 12 años mientras la violaba.
En el juicio, otras ex miembros de Nxivm testificaron que también fueron convertidas en esclavas sexuales, y Raniere las marcó por encima de sus genitales con sus iniciales, obligándolas a usar collares de perros e irse a la cama con él, dejándolas pasar hambre y forzándolas a tener relaciones sexuales con otras personas.
Raniere supuestamente dejó embarazadas a tres hermanas mexicanas en un momento y luego les ordenó abortar. Encerró a una de ellas en una habitación durante dos años porque la mujer besó a otro hombre, testificó la mexicana.
El mes pasado, el mismo juez condenó a la cohorte de Raniere y a la heredera de las bebidas alcohólicas de Seagram, Clare Bronfman, a más de seis años de prisión, que era casi el triple de lo que pedían las pautas federales y más incluso que el plazo que habían solicitado los fiscales.
Raniere le pidió el martes al juez que fuera compasivo con Bronfman, así como con sus otros compañeros.
Por Miguel Cruz Tejada