Imágenes difundidas esta semana por una orden judicial muestran a un preso afroamericano en una cárcel del condado de Forsyth, estado de Georgia (EE.UU.), quejándose repetidas veces de no poder respirar mientras es atendido por funcionarios penitenciarios, antes de morir en un hospital.
Los informes forenses determinaron que John Elliott Neville, de 56 años, falleció el 4 de diciembre de 2019 por una lesión cerebral causada por asfixia mientras era inmovilizado boca abajo, según medios locales que solicitaron la publicación de los videos.
En las grabaciones de cámaras corporales aparece Neville pidiendo ayuda y gritando repetidamente “no puedo respirar”, en el momento en que cinco funcionarios de la cárcel y una enfermera lo asisten porque estaba sufriendo un problema médico. La misma frase fue pronunciada George Floyd, en Mineápolis antes de morir en manos de la Policía, acontecimiento que desató una ola de protestas por todo EE.UU.
Al parecer, algunos agentes intentaron sostenerlo colocando su rodilla sobre él y poco después dejó de reaccionar. “¡Ustedes lo mataron!”, gritó otro recluso mientras los funcionarios solicitaban ayuda. Cuando descubrieron que no tenía pulso lo trasladaron a un hospital donde fue declarado muerto.
Los seis trabajadores de la prisión implicados fueron dados de baja y acusados de homicidio involuntario. Por su parte, el alguacil del condado de Forsyth, Bobby Kimbrough, afirmó que lloró mientras miraba las impactantes imágenes y aseguró que a partir del incidente se han realizado cambios en la prisión.