Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- Dominicanos en el Alto Manhattan manifestaron que la nueva ley firmada por el gobernador Andrew Cuomo está permitiendo dejar libres a delincuentes que están cometiendo delitos graves, situación que está preocupando a los residentes de la Gran Manzana.
Los quisqueyanos, no queriendo identificarse por el tema ser espinoso (delincuencia-justicia), citaron el caso de los seis dominicanos (Livo Valdez, Jaslin Baldera, Frederick Baldera, Frandi Ledema, Diego Tejada y Parfraimy Antonio) apresados la semana pasada en El Bronx por presuntamente distribuir drogas por un valor callejero de siete millones de dólares, según las autoridades.
Luego fueron puestos en libertad, porque “ninguno es elegible para la fianza”, dijo el fiscal Michael Di Paolo en la corte. El juez les ordenó entregar sus pasaportes, ya que algunos de ellos tienen conexiones con RD, debiendo regresar a corte este 27 de febrero.
Asimismo, el pasado mes Gerod Woodberry, de 42 años, acusado por presuntamente robar seis bancos en 16 días entre Manhattan y Brooklyn, bajo la nueva ley fue liberado cada vez que fue arrestado.
El caso de la afroamericana Tiffany Harris, quien había sido acusada en enero pasado de tres casos de crímenes de odio al atacar a tres mujeres judías ortodoxas, y tras quedar en libertad, volvía a cometer el mismo crimen.
Los jueces del estado no están autorizados a fijar fianzas en virtud de la nueva ley estatal. El Fiscal Federal de Brooklyn criticó la ley diciendo que ningún sistema de justicia penal justo requiere la liberación previa al juicio de quienes cometan continuamente delitos graves.
La ley firmada por Cuomo elimina el pago de fianza en efectivo y el sistema de prisión preventiva para favorecer a los acusados de delitos menores (violadores, ladrones, asaltantes, vendedores de drogas no violentos, entre otros), para garantizar que las personas acusadas de un delito no grave permanezcan en libertad antes de presentarse en corte.
Uno de los principales objetivos de la nueva ley es acabar con la desproporcionada criminalización de personas pobres, por lo general hispanos y afroamericanos, que al no poder pagar las fianzas permanecían tras las rejas hasta el comienzo de sus juicios.
El alcalde de NY, Bill de Blasio, al igual que algunos republicanos y demócratas en la legislatura, aseguran que se debe devolver el poder de discreción a los jueces. El mismo presidente Donald Trump ha criticado la nueva ley.