El Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos (NPS) advirtió a través de una publicación hecha en redes sociales abstenerse de lamer a los ejemplares de sapo del desierto de Sonora (‘bufo alvarius’), una especie que produce una potente toxina.
También conocido como sapo del río Colorado, este puede alcanzar hasta los 18 centímetros de largo, por lo que se le considera uno de los sapos más grandes de América del Norte. Sin embargo, su principal característica no es su gran tamaño, sino que segregan a través de sus glándulas parotoides una sustancia llamada bufotenina, un alcaloide con potentes afectos alucinógenos.
De acuerdo al organismo, en caso de que los visitantes toquen los sapos, estos podrían terminar con la potente toxina en las manos y después consumirla al tocarse la boca, por lo que les exhortó a tomar las precauciones necesarias.
“Como decimos con la mayoría de las cosas que te encuentras en un parque nacional, ya sea una babosa de plátano, una seta desconocida o un gran sapo con ojos brillantes en plena noche, por favor, abstente de lamerlo”, comentó el NPS.