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El 16 de octubre, se conmemora, por iniciativa privada, el Día Internacional de Agradecimiento al Personal de Limpieza de Hospitales, pero no existe reconocimiento oficial a esta función fundamental en los servicios de salud.

Altice

José Rafael Sosa

Una verdad que no requiere demostración es que, a mayor y mejor limpieza de los hospitales y clínicas, es menor la cantidad de fallecimientos y enfermedades por falta de higiene en los centros de salud, lo que se puede traducir como “a mejor trabajo del personal de limpieza de los centros de salud, mayor bioseguridad para pacientes, médicos y personal y personas que hace vida en ellos” ¿No?

Pero es una verdad que no es tan obvia para todo el mundo: ni la Organización de Naciones Unidas a nivel internacional, ni el Estado Dominicano, en términos del país han declarado nunca oficialmente un Día Nacional o Internacional que honre al personal que mantiene limpios a los hospitales (y por tanto sanos a quienes los visitan o trabajan en ellos).

Existen: el Día Internacional para los Médicos, de las Bioanalistas, de las Enfermeras, pero el personal ubicado en la base de la pirámide laboral de los hospitales, (si, el “inferior”) en la escala, pero con una labor sin la cual, todos los integrantes de las capas “superiores” estarían a expensas de contagios y enfermedades.

Los expertos sanitarios en el tema sostienen que la limpieza correcta de las instalaciones de hospitales y clínicas garantiza la salud y seguridad de los pacientes, profesionales sanitarios y visitantes a partir del rol del personal que limpia y desinfecta absolutamente todo.

Y sostienen que no es comparable la limpieza en el hogar, a la labor antiséptica que se debe desarrollar en los centros de salud, regida por protocolos y prácticas muy estrictas. Cualquier descuido y distracción puede dejar activas las condiciones para enfermar o afectar a quienes trabajan o visitan los centros de salud. La finalidad de una buena limpieza es impedir la propagación de muchas enfermedades que se transmiten por contacto directo e indirecto.

La historia

El 16 de octubre se celebró por primera vez el Día Internacional del Agradecimiento al Personal de Limpieza, en Nueva Zelanda en 2015, propuesto una iniciativa privada: Lillian Small, ejecutiva principal e Asociación de Contratistas de Servicios de Construcción de Nueva Zelanda (Building Services Contractors Association of New Zealand (BSCNZ) en cooperación con Kärcher, proveedor internacional alemán de tecnología de limpieza, socio de muchos limpiadores de todo el planeta, fundada por Alfred Kärcher. Justo es decir que esa empresa alemana ha solicitado a Naciones Unidas, la declaratoria oficial con este motivo.

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Es decir que la declaración de ese día, con el valor de ser la única existente, presenta un origen o motivación justa, pero establecida desde el ámbito privado-empresarial, de mercadeo y reafirmación de imagen corporativa, lo cual es mejor a la opción de que no existiera la conmemoración.

La primera en ver el peligro

Florence Nightingale, consagrada como la primera enfermera del mundo en la historia de la salud del mundo tomó las riendas de su vida, y que inspirada para trabajar por la salud, se entregó a esa labor en 1854 cuando explotó la Guerra de Crimea. Su papel precursor como enfermera da origen al reconocimiento social (merecido y justo) al rol de las enfermeras, pero ella fue también la precursora de la limpieza de los hospitales.

Ella era llamada Dama de la Lámpara porque paseaba por las noches con un candil para atender a sus enfermos y fue la primera en alarmarse de la falta de aseo en el entorno hospitalario y lideró el grupo de enfermeras que se percató de que morían más soldados por enfermedades infecciosas que por heridas de guerra.

Nightingale ordenó la limpieza y la ventilación en los hospitales, con lo cual el índice de mortalidad bajó rápidamente. Años más tarde de la finalización de la Guerra de Crimea, se inauguró la Nightingale Training School en el Hospital Saint Thomas de Londres, la primera escuela de enfermería laica del mundo que incluía en su plan de estudios, normas de limpieza hospitalaria como parte de una estrategia de prevención de infecciones y enfermedades.

Antes que ella, en 1840, el doctor Ignaz Phillip Semmelweis, médico cirujano del Imperio Austriaco, se percató de que los médicos antes de entrar a quirófano o de asistir un parto, no se lavaban las manos. Es conocido popularmente como el «salvador de madres», pues descubrió que la incidencia de la sepsis puerperal o fiebre puerperal (también conocida como «fiebre del parto») podía ser disminuida drásticamente desinfectando las manos en las clínicas obstétricas. Fue el creador de los procedimientos médicos antisépticos.

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En RD

En el país, siguiendo la iniciativa empresarial privada, se ha celebrado en el país, en noviembre de 2021, ese Dia de Agradecimiento al Personal de Limpieza de los Hospitales, mediante un almuerzo al que se convocó trabajadoras de las empresas Doncella, Guest Service, Grupo Eulen y Janser, compartió un almuerzo, luego de palabras de los convocantes el homenaje, según publica el portal Almomento.net y en el cual recibieron regalos, premios y certificados de reconocimiento.

¿Para cuándo?

Sería saludable esperar que la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha declarado el Día Internacional de la Limpieza de las Manos, proponga a la Asamblea General, la declaración oficial que reconozca al personal de limpieza de los centros de salud.

El Ministerio de Salud Pública, debe hacer lo propio. Lo alto y lo bajo en la escala de valoración social del trabajo, no debe seguir promoviendo una omisión de reconocimiento social que ofende a ese personal, ordinariamente sin voz para reclamar nada y tan sometido a la presión de supervisión estricta de cada acción desarrollada y, lo que es más importante, en el cumplimiento de su deber y su misión personal: resguardar salud y vida a cambio de un salario, la mayor parte de las veces, que no compensa todo el empeño crucial desarrollado.

Incluso, dejando de lado el esfuerzo extremo que les significó realizar esta labor durante la Pandemia Covid, cuando hubo que extremar las medidas de desinfección, en un afán agotador al extremo, y respecto del cual tampoco fue reconocido este personal, lo que no pasó con médicos y enfermeras (sin duda merecedores también).

No debe ser lejano el momento en el cual, el presidente de la República, sea cual fuere, con motivo de la importancia de este personal sanitario, realice en Palacio Nacional, en ese Dia Nacional del Personal de Limpieza de los Hospitales, un ceremonial anual que reconozca diez de sus mejores exponentes, con entrega de medallas y, en los casos necesarios, de pensiones..

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