El balear remontó en el primer set, dejó escapar el segundo y emergió en el tercero con una ‘masterclass’ de raza, inteligencia y tenis. Espera rival: Alcaraz o Norrie
Por Nacho Albarrán
La molestia en su pie izquierdo, que ha reaparecido en Indian Wells según él mismo reveló tras vencer a Opelka el miércoles, parece lo único que puede parar a un Rafa Nadal tocado, pero por los dioses en cuanto a raza y tenis. Imbuido de esa inspiración divina, le dio una nueva lección a Nick Kyrgios, un jugador que le puede hacer frente por talento y se lo ha hecho casi siempre, pero que está en las antípodas, y nunca mejor dicho por aquello de que es australiano, en cuanto a mentalidad y saber estar en la pista. El balear le venció por sexta vez en nueve enfrentamientos (7-6 (0), 5-7 y 6-4 en 2h46) y jugará el sábado por 12ª vez las semifinales del Masters 1.000 californiano. Podría ser, ojalá, contra Carlos Alcaraz, si el murciano vence al vigente campeón, el británico Cameron Norrie.
Nadal tuvo el partido cuesta arriba en el primer set (break en contra), y lo levantó con paciencia y clase, al tiempo que Kyrgios se desquiciaba, tiraba dos veces la raqueta, hacía dos saques por abajo (en el primero se comió un ganador) y protestaba por la intervención de algunos molestos aficionados que en ocasiones hablaban, la hecho, entre saques del aussie. Pero el caso es que de nuevo, su temperamento privó al aussie de 26 años, invitado porque ahora está muy mal colocado en el ranking (132º aunque saldrá del desierto en el puesto 101), de poder derribar al mejor de la historia al menos en cuanto a títulos de Grand Slam. Se le veía motivado, pero su histrionismo le impidió acabar con la imparable marcha de Rafa en 2022, un 19-0 abierto que es el mejor arranque de temporada de su carrera, tercero más brillante desde que empezó el ATP Tour (1990) tras dos de Djokovic (41-0 en 2011 y 26-0 en 2020) y su séptima mejor racha de victorias, segunda en pista dura (ver tablas). Todo eso cuando está cercano a cumplir los 36.
“He jugado bien por momentos, pero es difícil contra él, porque cambia la dinámica del punto muy rápido, y saca muy fuerte, sobre todo con los primeros. En el segundo set, cuando sentía que tenía el control, hice un muy mal juego con mi servicio. En el tercero volví a jugar bien, restando mejor, tratando de dar un paso adelante, cambiar un poco su posición visual, para ponerle enfrente algo diferente. También estuve más sólido con mi servicio. Puedes tener problemas contra él si está motivado. Estoy feliz por la victoria”. Así, con su habitual clarividencia, resumió el partido Nadal. Delicia y ahorro para el cronista.
Enredo con Ben Stiller
19 and counting 👏@RafaelNadal remains unbeaten this year and defeats Kyrgios to reach his 76th Masters 1000 semi-final of his career!#IndianWells pic.twitter.com/GelYj9S44L
— Tennis TV (@TennisTV) March 18, 2022
Por detallar un poco más, la primera manga la resolvió tras ser el primero en romperle el servicio al de Camberra en esta edición del torneo, con un rosco en el desempate, aunque el último punto fue en ‘propia meta’, ya que el bueno de Nick fue penalizado por un paciente Carlos Bernardes debido a una violación del código de conducta, por malhablado vaya. El segundo parcial, soporífero a decir verdad, lo dejó escapar el manacorí como él mismo reconoció. Y el tercero, tras pasarlo mal en sus primeros turnos de saque, se lo apuntó por jerarquía mientras Kyrgios se enredaba con un espectador y hacía alusión al actor Ben Stiller, conocido amante del tenis y seguidor acérrimo del español, que estaba en las gradas. “Le digo yo a él cómo actuar”, espetó. En la pista quien le decía cómo jugar era Don Rafael, de quien aún tiene mucho que aprender. Por ejemplo, sobre cómo una persona normal, porque al tirar por enésima vez la raqueta al final del partido, estuvo a punto de dar a un recogepelotas, que se apartó de milagro. Alguien debería reprenderle. as.com