El pasado viernes se inició el homenaje póstumo en esta ciudad a la gloria del arte nacional, Johnny Ventura, fallecido el pasado miércoles en dominicana.
Sus interpretaciones musicales se escuchan incesantemente a todas horas del día y noche en las diferentes vías, cuadras, esquinas, en juego de domino, interior de restaurantes y taxis, entre otros sitios del Alto Manhattan, lugar en el exterior donde se concentra la mayor cantidad de dominicanos.
El viernes en la tarde se concentraron cientos de quisqueyanos en la Plaza Las Américas, próximo al Teatro United Palace, ubicado en Broadway con la calle 175, para honrar su memoria.
Allí se bailó, cantaron los merengues del “Caballo”, exhibieron cientos de banderas dominicanas, habló el congresista Adriano Espaillat, el cónsul Eligio Jáquez, y el artista José Alberto (El Canario), entre otros tantos connacionales.
Espaillat expresó: “Johnny no solo les pertenece a los dominicanos sino al mundo entero. Ayer, tomé el piso del Congreso para que su nombre quede en las minutas del mismo de por vida y se diga quién fue el Caballo Mayor”.
El cónsul dijo: “Estoy en esta vigilia para rendir tributo como lo merece un ciudadano ejemplar que no solamente fue músico, tan músico y tan artista como el mejor, también fue un ciudadano político, diputado que, a pesar de ser artista muy popular, nunca faltó a sus compromisos cuando ambos fueron diputados entre 1982 a 1986”.
El Canario, uno de los salseros y sonero dominicano más populares de la RD, relató: “Cuando grabé mi primer disco, Ventura lo motivó a seguir adelante y a partir de ahí, mantuvieron una relación por décadas. Fue uno de los grandes inspiradores en mi carrera”, precisó.
Después del acto, la música del “Caballo” es escuchada e interpretada por doquier 24/7 entre hombres, mujeres, jóvenes y niños los vecindarios de Washington Heights e Inwood.
Por Ramón Mercedes