Tuto Tavárez
Santiago, RD.- El deporte de República Dominicana sigue siendo estremecido por la muerte de valiosos deportistas, que incluyó este miércoles al propulsor deportivo Salvador Sadhalá.
La muerte de Sadhalá ha causado una cadena de lamentaciones, ya que era un hombre muy querido por el sector empresarial y deportivo.
El torneo de Baloncesto Superior de Santiago, que está en su fase final de la versión número 40, está dedicado a Salvador Sadhalá, como una muestra de los grandes aportes que ha hecho al deporte y en especial a la disciplina del aro y el balón.
Salvador estaba padeciendo quebranto de salud, hasta que ayer perdió la batalla y fue habitar a la casa del Señor.
Esta fue la semblanza que escribimos cuando la Abasaca que preside Juan (Tito) Ventura y el Comité Organizador que encabeza el senador Julio César Valentín, decidieron dedicarle la Boda de Rubí del Baloncesto Superior de Santiago.
“Cuando hablamos de Salvador Sadhalá, nos estamos refiriendo a uno de los hombres que pusieron los cimientos de lo que es el Baloncesto Superior de Santiago en la actualidad.
Salvador fue uno de los hombres que siempre soñó con el crecimiento de esta disciplina deportiva, desde que figuras como el doctor Oscar Gobaira, dominaban este deporte en la República Dominicana.
Correspondió a Salvador ser parte de un “Dream Team” de hombres, que fundaron la desaparecida Liga 11 de Enero, la cual aportó atletas de diversas disciplinas deportivas, como el béisbol, ajedrez, boxeo y naturalmente el baloncesto.
No recuerdo con exactitud todos los hombres que trabajaban sin descanso por el crecimiento de la Liga 11 de Enero, pero recuerdo un “Quinteto de NBA”, integrado por Pupilo Ramia, Freddy Toribio, Orlando “El Jet” Contreras, el fotógrafo y miembro de la crónica deportiva Erasmo Antonio Martínez y nuestro galardonado Salvador Sadhalá.
Desde la Boda de Papel del primer año del Baloncesto Superior de Santiago, Salvador ha sido parte del mismo y por eso hoy, el Rubí de estos 40 años, brilla con su mayor intensidad con esta dedicatoria.
Gracias a Salvador, jugadores del calibre de Vinicio Muñoz, Evaristo Pérez, Víctor Chacón, Ismael Tapia, Pepe Rozón, entre otros, preferían venir a jugar a Santiago, así como entrenador de la jerarquía de Osiris Duquela, lo que ayudó enormemente al crecimiento del torneo, hasta el extremo que muchos lo bautizaron como “el Mejor del país”.
Salvador es un hombre de gran sentimiento: sentimiento por la patria, sentimiento por Santiago, sentimiento por su familia, sentimiento por sus amigos y sentimiento por los jugadores de baloncesto.
Y pude comprobar lo grande de sus sentimientos, cuando recientemente me encontré con Salvador en una calle de Santiago y después de saludarnos, me dijo, casi saliéndoseles las lágrimas “Caramba, se nos murieron Chicho Sibilio y Franchy Prats.
Pero por Salvador también, tuvimos en Santiago a un narrador del calibre de Frank Kranwinkel, que se encargó de meter en los hogares de Santiago y su municipio nuestro baloncesto, con su famoso ¡Apunten Dos y Oigan la Bulla!
En una carrera de relevo, vemos como el testigo o bastón se va pasando de mano en mano. Y Salvador ha transferido su amor por el baloncesto a su hijo Salvador Miguel o Salvita como cariñosamente se le conoce.
Salvita se ha convertido en una especie de scout, que ayuda a decenas de jóvenes a hacer su sueño realidad, con las facilidades que le brinda para estudiar y jugar el deporte del aro y el balón.
La mayoría tenemos dos nombres y dos apellidos y nuestro homenajeado también, así que fue bautizado como Jorge Salvador Sadhalá Vásquez, quien nació el 12 de septiembre de 1934.
Como atleta, Salvador practicó atletismo, voleibol, béisbol y boxeo.
Presidió el Comité Organizador del torneo de voleibol Norceca 85 en Santiago y tuvo la visión de montar los primeros Juegos Cívico-Militar, una forma de medir nuestros atletas con los del Círculo, pero quienes vinieron no le dieron seguimiento a esa magnífica idea.
En 1986, Salvador fue el anfitrión de inmenso atleta cubano Alberto Juantorena, quien almorzó su hogar.
Sabemos que Salvador es un amante del son y les aseguro que nunca he visto un sonero que bailen con tanta elegancia el tema “Conga pa’ Arrolla” y como el basketball viene arrollando, arrollando recibamos a Salvador Sadhalá”.