Cuatro jóvenes murieron ayer durante competencias de velocidad en el kilómetro 18 de la autopista Duarte y en la comunidad de Cenoví, San Francisco de Macorís.
Este lunes próximo al mediodía la Autoridad Metropolitano del Transporte (Amet) investigaba los nombres de los fallecidos en los accidentes cuando competían en las motocicletas.
Se supo que además de los dos muertos en la autopista Duarte, otros dos resultaron heridos.
El accidente de Cenoví ocurrió en la carretera que enlaza esa comunidad con San Francisco de Macorís.
Los cuerpos de los jóvenes quedaron mutilados y en las extremidades y rostros totalmente desfigurados.
La Amet en San Francisco de Macorís no había informado la identidad de los dos muertos ni mucho menos dónde residían.
En tanto, el accidente donde perdieron la vida los dos jóvenes en la autopista Duarte, tampoco la Amet había dado su identidad.
Este tipo de competencia donde se hacen apuestas de gran cantidad de dinero, ya son comunes en las autopistas Duarte, 6 de Noviembre, Las Américas, Joaquín Balaguer, Autovía del Este, y las principales avenidas de las principales ciudades del país.
Las autoridades de Amet y otras, han intervenido varios tramos de esas vías, pero los motociclistas colocan vigilancias para que avisen cuando las autoridades se acercan y evitar ser apresados.
Las autoridades de Amet, a pesar de que se le solicitó de tempranas horas los detalles de ambos accidentes.
Próximo a este mediodía trascendió que los fallecidos en el accidente en Cenvoví, eran conocidos en la comunidad de Los Molinos como Samuel y Tito.
En esa comunidad, familiares y amigos de infancia desconocían que éstos compitieran apostando dinero en las motocicletas.
Carros
También hijos de personas adineradas y de clase medida preparan carros para apostar altas sumas de dinero en competencias que realizan a plena luz del día.
En el país el Estado invierte más de 70 millones de pesos al año en gastos de accidente de tránsito, que dejan además de cientos de personas muertas, también muchos con lesiones permanentes, con extremidades mutiladas, y otras secuelas.
Múltiples campañas han emprendido diferentes instituciones públicas y privadas, en las que exhortan a choferes de carros, camiones, camionetas, patanas y motocicletas a conducir con prudencia y a no consumir bebidas alcohólicas mientras conducen.