Por William Reyna Rivas
La República Dominicana se ha visto afectadas de muchas enfermedades que se creían erradicada del siglo pasado, pero con esta invasión de nacionales del vecino país, ha vuelto a aparecer en todos los centros de salud, hospitales y clínicas privadas, ahora mismo las autoridades ocultan el brote de cólera que ha generado más de 200 víctimas mortales en Haití, que está enfrentado el vecino país y que por un asunto politiquero no se le da a conocer a la población para tomar las medidas correspondientes, es lamentable que enfermedades erradicadas como la Tuberculosis, El Colera, La Malaria, las enfermedades venéreas, sífilis, gonorrea, chancro entre otras, vuelva a existir cuando todas estaban erradicadas desde el pasado siglo 20.
Hace varios días que la dominicana Josefina Santana, quien trabajaba en una casa de familia de Las Carmelitas, quien fue intervenida por varias hernias en el cuello, se recuperaba muy bien de la intervención quirúrgica en el Hospital Universitario Cabral y Báez de Santiago, Josefina a pena tenía 44 años, pero tuvo que ir a varias citas médicas al referido hospital y volverla a internar por una infección en la herida de la operación.
Con tan mala suerte que pesco una enfermedad llamada meningitis otros dicen que meningocosemia, el problema fue que empeoro su situación de salud por la enfermedad contraída en el Hospital Universitario Cabral y Báez de Santiago, que se ha convertido en un hospital al servicio de las parturientas y los nacionales del vecino país que frecuentan por miles de miles a dicha instalación.
La problemática de todo esto es que los nacionales del vecino país llegan a la Republica Dominicana y abarrotan los hospitales consumiendo el presupuesto de salud de los dominicanos, y traen todas las enfermedades erradicadas desde el siglo pasado y hoy el ministerio de salud de la Republica Dominicana tiene que combatir con el presupuesto destinado a los nacionales dominicanos.
Hacemos un llamado desde esta tribuna al ministro de Salud Dr. Daniel Rivera, para que intervenga y tome la prevención necesaria para evitar muerte tan lamentable de personas útiles a la sociedad y el país, que mueran innecesariamente por enfermedades contaminante como esta, que adquirió en el Hospital Cabral y Báez de la ciudad corazón.