Bartolo García
La minería en la República Dominicana atraviesa un momento histórico. En el primer semestre de 2025, el sector generó US$1,070 millones en exportaciones, lo que representa un incremento interanual del 39.1 % y un impulso clave para las finanzas públicas y la balanza de pagos.
A la par, las recaudaciones fiscales asociadas a esta actividad alcanzaron RD$7,597 millones, un salto del 158.9 % respecto al mismo período de 2024. Estas cifras consolidan a la minería como uno de los principales aportantes a la caja fiscal en la primera mitad del año.
El informe de la Cámara Minera y Petrolera (CAMIPE), apoyado en estadísticas preliminares del Banco Central, confirma un cambio de tendencia tras el retroceso registrado en 2024. Entre enero y junio, el sector creció un 2.3 %, con un repunte excepcional en mayo, cuando la expansión llegó al 21.0 % interanual.
Este desempeño estuvo impulsado por mayores niveles de extracción: el oro aumentó un 35.6 % y la plata un 28.7 % solo en mayo. El oro se mantiene como el producto estrella, aportando US$956 millones, casi el 90 % de las exportaciones metálicas del país.
Con este desempeño, la minería ya representa el 10.4 % de las divisas generadas en mayo, posicionándose como el tercer mayor rubro exportador, solo por detrás de remesas y turismo.
En inversión extranjera directa (IED), el sector atrajo US$175 millones en el primer trimestre, equivalente al 13 % del total nacional, con un crecimiento interanual extraordinario del 390 %. Estos recursos provienen, en su mayoría, de proyectos vinculados a la extracción de metales preciosos.
El valor agregado del sector en el PIB trimestral también muestra avances notables. Según el Banco Central, pasó de RD$22,260.3 millones en enero-marzo de 2024 a RD$27,405.9 millones en igual período de 2025, un aumento del 23.1 %.
En 2024, aun con la contracción sectorial, el aporte anual de la minería cerró en RD$105,866.1 millones, lo que evidencia su peso estructural en la economía dominicana.
No obstante, la dependencia del oro como principal producto de exportación implica riesgos. Los expertos advierten que fluctuaciones en los precios internacionales o caídas en la demanda podrían impactar los ingresos y la estabilidad fiscal.
Desde CAMIPE se insiste en la necesidad de fortalecer la seguridad jurídica, agilizar los procesos institucionales y apostar por la formación de capital humano técnico, como claves para mantener la senda de crecimiento.
El sector minero, históricamente sujeto a debates sobre sostenibilidad y regulación, enfrenta el reto de mejorar su percepción pública mientras amplía su relevancia en el aparato productivo nacional.
En este contexto, la primera mitad de 2025 confirma que la minería no solo es un motor de exportaciones, sino también un pilar en la generación de empleo, el flujo de divisas y el fortalecimiento de las cuentas fiscales.
Si la tendencia se mantiene, el cierre de año podría marcar un nuevo récord histórico para una industria que, en silencio, está moviendo los cimientos de la economía dominicana.
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