Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- Decenas de miles de dominicanos, al igual que otras etnias, que utilizan a diario diferentes líneas de trenes en esta ciudad han sufrido, en medio de una semana con calor extremo, serios retrasos para llegar a sus trabajos, regresar a sus hogares, visitar médicos o hacer diferentes diligencias.
El pasado martes, un problema con un cambio de vía en la calle 135 provocó importantes retrasos en las líneas A, B, C y D, lo que obligó a la MTA a suspender el servicio de la línea B por completo durante horas, en un intento de descongestionar la línea local.
Luego, los trenes J y M se detuvieron entre Brooklyn y Manhattan después de que el tercer riel se quedara sin electricidad en la calle Essex.
El miércoles el servicio de los trenes J y M volvió a ser limitado debido a un problema con las señales en la calle Hewes.
Asimismo, los pasajeros del tren L tuvieron que soportar graves retrasos en la estación de la calle Halsey en Manhattan.
El director ejecutivo de la MTA, Janno Lieber, ha dicho que los problemas del metro se deben a su antigua infraestructura. En la calle Essex en el bajo Manhattan, por ejemplo, el problema del tercer raíl se debió a un transformador averiado que data de la década de 1960.
De hecho, el 25% de los transformadores de la MTA están en “condiciones malas o marginales”, dijo.