La lapidaria frase de “Nadie es profeta en su tierra”, parece no perder vigencia, aunque hayan pasado más de 2000 años, desde que Jesucristo dijo la expresión que se recoge en Lucas 4:24.
En esta ocasión y queda espacio para muchos más, podríamos aplicarla a Miguel Tejada, un exlanzador amateur, que se dio el lujo de rechazar ofertas tentadoras para pasar al profesionalismo.
Hasta 3,000 dólares, en ese tiempo, llegaron a ofrecerle a quien apodaban “El Colorao”, quien no ocultaba su simpatía por el movimiento revolucionario de ese entonces.
Miguel interrumpe nuestra conversación para señalar que uno de sus grandes deseos es saludar y poder hablar un rato con el doctor Negro Veras, de quien se confiesa un admirador.
Con su esbelta figura Miguel Tejada se pasea por calles y avenidas de Santiago como uno más, pero no lo es, porque en su hoja de servicio tiene una gran historia en el béisbol.
Comenzó a escribir sus hazañas desde la desaparecida Liga 11 de Enero, donde jugó para el equipo de Pueblo Nuevo y luego escaló hasta el béisbol amateur de Santiago, el cual estaba lleno de estrellas y hombre que sabían jugar a este deporte.
El campeonato de béisbol de la Liga 11 de enero de 1965, estaba dedicado a Adolfo “La Yerba” González, un jugador amateur que murió por sus ideales, junto a Manolo Tavárez Justo en Las Manaclas.
Tejeda era un jovencito y militó campeonato, donde fue líder en efectividad con 0,39, al permitir solo una carreras en 23.2 de entradas, con lo cual superó el 1, 24 de Emilio “Papo” Peña quien lanzó para Gurabito.
Pueblo Nuevo el equipo de Miguel Tejada era piloteado por Jesús “Chu” Almonte y Gurabito por Juan Isidro Castillo.
Es preciso recordar un enfrentamiento entre Pueblo Nuevo y Gurabito, donde Tejada y Papo Peña lanzaron un tremendo juego que culminó 1-0 a favor de La Bahía, donde el propio Tejada conectó un hit en su blanqueada.
El siguiente campeonato de la Liga 11 de Enero fue dedicado a Enrique Diloné, uno de los fallecidos en la tragedia y Tejada volvió a brillar con el liderato de ponches propinados con 69.
Tejada tenía como receptor a Fernando “El Pato” Reyes, quien fue líder de los bateadores de ese torneo, el cual fue ganado por Rincón Largo, que tenía como lanzador estelar a Gerónimo Rodríguez quien finalizó con 5-0 y fue el Más Valioso.
En 1967, Freddy Toribio presidente de la Liga 11 de Enero escogió una selección para enfrentar un seleccionado de Venezuela, donde Yolo Pérez fue el dirigente, asistido por Orlando Contreras y Antonio Olivo.
Fue un roster donde destacaban jugadores como Pappy Pérez, Avelino Toribio, Alcides Cruz, Víctor Ventura, Andrés Acevedo, Gilberto Lora, Yeyo castro, Miguel Blanco, Alberto Martínez, Rafael “El Rubio” García y naturalmente, Miguel Tejada.
Luego Miguel Tejada incursiona en la pelota amateur de Santiago, donde hizo una carrera de grandes éxitos de la mano de Freddy Toribio.
Aunque las estadísticas del béisbol amateur de esos tiempos escasean, una reseña de Domingo Saint-Hilaire de 1967, resalta que La Aurora ganó el campeonato por segunda vez consecutiva.
“Una efectiva labor monticular del espigado Miguel Tejada, que entro en lugar de Simón Domínguez en el séptimo episodio, luego de este había relevado en el mismo episodio al iniciador Avelino Toribio, fue factor de importancia en la victoria que llevó La Aurora al título de campeón”, dice la reseña.
Tejada exhibía una buena bola rápida, la cual combina con efectivos pitcheos rompientes, con control para poner la pelota donde quería.
Eso motivó que fuera asediado por los scouts de la época, pero no pudieron convencerlo de que firmara para el profesionalismo.
Hace una década la Asociación de Béisbol de Santiago le dedicó el Juego del Recuerdo, que se celebra cada uno de mayo, uno de los pocos reconocimientos que ha recibido.
Miguel Tejada tiene un negocio en la Avenida Valerio, por donde pasan deportistas para que él le cuente como era el béisbol amateur en los años 60.