La nueva etapa de la vida de Michael Jordan parece tan gratificante como la anterior, recordando sus días de gloria en la NBA. Este nuevo capítulo se asemeja a la sensación de encestar un tiro justo cuando suena la chicharra, ganando el gran juego y celebrando como un verdadero campeón.
Aunque sus días de dominar la NBA quedaron atrás, la pasión actual de Jordan es llenar ese vacío competitivo. Por primera vez desde que se convirtió en propietario de un equipo de la Copa NASCAR, Jordan estuvo en la pista para presenciar en persona la victoria de uno de sus pilotos.
La victoria de Michael McDowell en el Talladega Superspeedway fue emocionante y dramática. Al acercarse a la línea de meta, McDowell perdió el control en un esfuerzo desesperado por impedir que otro piloto lo adelantara, permitiendo que Tyler Reddick se llevara la bandera a cuadros el domingo.
Este momento tuvo un sabor similar a las veces en que Jordan realizó tiros imposibles para llevar a los Chicago Bulls a la victoria en la NBA. “Para mí, esto es como un partido de playoffs de la NBA”, expresó Jordan, copropietario del equipo 23XI junto a Denny Hamlin. “Y ganar una gran carrera como esta significa mucho para mí. Estoy completamente emocionado. Me encanta”.
Aunque el piloto ganador no se percató de la presencia de Jordan en la pista, su participación seguramente hizo que la ocasión fuera aún más especial, demostrando el compromiso del legendario jugador de baloncesto con su equipo de NASCAR.
