Por Adalberto Domínguez
La historia de la República Dominicana recoge en sus páginas acontecimientos patrióticos, políticos, educativos, económicos, culturales y sociales, Etc. en los cuales las mujeres han desempeñado un rol prominente.
Como ejemplos, por sólo citar unos cuantos, se destacan Evangelina Rodriguez, escritora feminista y primera dominicana en investirse como doctora en medicina; las insignes educadoras Salomé Ureña de Henríquez, fundadora del Insrtituto de Señoritas, primera entidad educativa del país; y Ercilia Pepín, quien además tuvo una destacada participación en contra de la Intervención Militar Estadounidense de 1916; María Trinidad Sánchez, Juana Saltitopa y Baltasara de los Reyes, quienes participaron activamente en luchas y movimientos independentistas.
Traigo estos ejemplos a colación para referirme, con motivo de celebrarse el 5 de abril el Día del Periodista en la República Dominicana, a la licenciada en ciencia de la comunicación Mercedes Castillo, quien se ha convertido en una dominicana prototipo del profesionalismo y el gremialismo en el área de las comunicaciones, por la honestidad, emprendedurismo, perseverancia, solidaridad y liderazgo que ha exhibido en la sociedad, mucho antes de graduarse en el año 1978 de licenciada en Comunicación Social en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Ante los juicios malsanos y la discriminación contra las féminas, muchos llegaron a pensar que una mujer triguena nacida en Puerto Plata, de una familia humilde y digna admiración por sus características de honradez, no podría presidir en cinco ocasiones el Colegio Domincano de Periodistas, la institución más representativa que, creada en virtud de la ley No. 148 de 1983 del 30 de junio de 1983 y modificada por la ley No. 1091, promulgada el 7 de mayo de 1991, viene desarrollando proyectos en aras de una comunicación horizontal que sea portavoz de quienes, debido a multiples motivos, no tienen los mass media a su alcance para reclamar soluciones a sus necesidades y aportar e intercambiar ideas.
Sin embargo, Inalda Mercedes Castillo Sandoval, como está archivado su nombre en los registros de circunscripciones del país, ha dado cátedra de capacidad, liderazgo, conducción y transparencia al dirigir el CDP, no obstante haber sido vilipendiada injusta y despiadadamente por adversarios interesados, principalmente cuando la entidad que nos representa ha estado inmersa en campaña electoral, en el marco de un aborigen que en diversas oportunidades ha incidido para que se pierda el respeto y la consideración que merece el Colegio Dominicano de Periodistas ante los distintos sectores de mayor incidencia en la sociedad.
Esa profesional de la comunicación ha enfrentado rumores a lo interno y externo, manteniéndose consagrada a ofrecer informaciones fidedignas, motivando a la unidad y obviando los chismes que son rechazados por la mayoría de cedepeístas; se ha granjeado respeto, admiración, cariño, distinción y solidaridad de los comunicadores de las pasadas y presentes generaciones, caracterizándose, además, por no almacenar en su pensamiento y su corazón rencores ni odio y, al momento de tomar decisiones, no actúa por sí sóla, sino que consulta a los miembros del Comité Ejecutivo del CDP, para tomar medidas consensuadas.
Como profesional y gremialista, ama y respeta tanto al CDP que ante el descalabro económico en que encontró las arcas de la institución, prefirió no hacer denuncias ni ofrecer informaciones públicamente, sino en una asamblea general interna, en la que también ofreció su informe pormenorizado de rigor Olivo de León, presidente del Instituto de Prevision y Proteccion del Periodista (IPPP), saldando deudas millonarias.
Cuando en una ocasión anunció que se retiraba del gremialismo, le dije a Mercedes, con quien me ha tocado formar parte de directivas nacionales, que los líderes nunca deben retirarse ni por cansancio, chismes, envidia o intriga, ya que sería como dejar el Colegio Dominicano de Periodistas a la deriva. Gracias a Dios regresó por quinta oportunidad a la Presidencia de nuestra entidad, por clamor de la mayoría inmensa de la membresía para retomar los cursos, talleres, conferencias y diplomados, las pensiones solidarias para miembros, remodelación de las estructuras físicas y el afianzamiento del CDP en los estratos sociales.
Aún en medio de la pandemia de Covi-19 que ha ocasionado muertes, angustia y desolación en familias y naciones (con un saldo de más de 3,000 muertes y casi 234,000 infectados en nuestra nación), Mercedes ha sido perseverante en la realización de distintos eventos, de manera presencial y virtual, que enriquecen la sapiencia y reivindicaciones profesionales, económicas y sociales de los periodistas.
Ha puesto al servicio de los periodistas organizados en el CDP, su vasta experiencia profesional como ex directora del Centro de Documentación para las Comunicaciones (CEDCOM) de la Escuela de Periodismo de la UASD; productora y conductora de programas de Radio y Televisión de análisis y comentarios; fundadora y directora del periódico Ozama 2000, vocero de Zona Oriental en 1998 hasta el 2006; profesora de las escuelas de periodismo de las universidades Católica de Santo Domingo (1993-95), O & Dominicana (1992/98) y del Instituto Dominicano de Periodismo (IDP), 2001/03; actual editora y directora de la revista digital CivismoMagazine.com, articulista del periódico Hoy digital y activa en las redes sociales.
Compartiendo en la miel del poder político por el privilegio que ofrece la profesión del periodismo y su importante rol de ser su representante, ha sabido mantener la frente en alto, con humildad, heroism y revestida de honestidad, al extremo de que aún vive junto a su madre y su hijo Odalis, de quien se siente orgullosa por haber terminado sus estudios universitarios, en una humilde vivienda que con mucho esfuerzo ha logrado construir en un sector popular de la capital dominicana.
Inalda Mercedes Castillo Sandoval merece el mayor de los reconocimientos de que pueda ser objeto de parte del Gobierno y la sociedad civil, una mujer ejemplar para las pasadas, presentes y futuras generaciones, ya que ha desempeñado un rol preponderante en la defensa de la libertad de expresión y difusión del pensamiento y de los derechos democráticos e inalienables del ser humano, con la simpatía de las pasada, presente y futura tres generaciones periodísticas.
Aprovecho para mis felicitaciones a Mercedes Castillo, hacerlas extensivas a todas mis colegas y profesionales que ejercen con dignidad y etica el periodismo, al aproximarse el Día del Periodista Dominicano, el 5 de abril.