El 70 % de los trastornos de discapacidad, corresponden al trastorno de discapacidad intelectual leve, lo que impide, a quien lo padece, tener un desarrollo normal de sus habilidades básicas y presentan dificultades de adaptación en su vida, puntualizó, Patricia Reyna Liberato
La Escuela de Medicina (EM), de la Facultad de Ciencias de la Salud (FCS), de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en el marco del desarrollo del V Congreso de Medicina Integral en Tiempos Actuales, Avances y Desafíos, organizó la conferencia magistral “Desafíos de la Salud Mental: Trastornos de la Discapacidad Intelectual”, dictada por la psiquiatría Patricia Reyna Liberato.
La actividad, desarrollada en Aula Magna de Academia, estuvo encabezada por el director de la EM, doctor José Peralta Contreras, quien destacó los importantes avances que se han dado desde la ciencia y la tecnología para transformar la práctica médica de la salud mental.
Subrayó que resulta fundamental que cada especialista de la salud mental pueda identificar y diagnosticar de manera consciente el trastorno que padece el paciente para garantizar una atención médica integral y de calidad.
Mientras que la doctora Reyna puntualizó que el 70 % de los trastornos de discapacidad, corresponden al trastorno de discapacidad intelectual leve, lo que impide, a quien lo padece, tener un desarrollo normal de sus habilidades básicas y presentan dificultades de adaptación en su vida.
Precisó que esta discapacidad debe abordarse desde un enfoque de medicina integral que pueda generar en la persona o en el niño las herramientas funcionales para su desarrollo evolutivo a partir de la dificultad que padezca, ya sea, conductual, psicomotriz y de lenguaje.
Destacó la importancia de detectar en la familia o en el centro de salud de manera precoz estas limitantes, para que se puede recurrir a realizar las pruebas de evaluación por los psicometristas o por los psicólogos expertos en esas áreas, para tener un diagnóstico y así abordar de manera integral.
“No es simplemente dar una medicación, sino que tenemos que darle al paciente lo que necesita más que nada, recibir salud y bienestar, una calidad de vida que está dada por un abordaje de psicoeducación que incluya a la familia y el entorno para que aprendan a manejar el caso, de manera que ellos sean parte de la solución de la enfermedad y no entes de rechazo y de discriminación”, puntualizó la destacada catedrática universitaria.
Agregó que los pacientes con discapacidad leve tienden a sentir una sensación de incapacidad cuando se les sobre exige, teniendo un limitado nivel intelectual de aprendizaje y de desenvolvimiento que los afecta emocionalmente.
“Nosotros que damos salud a personas con discapacidad intelectual, tenemos el poder de hacer tanto el bien como el mal y a veces buscando dar salud, propiciamos mayor vulnerabilidad, porque si no lo hacemos correctamente aparecen los problemas de autoestima y de las limitaciones propias”, enfatizó la experta en psiquiatría.
El encuentro contó con la presencia de maestros y personal administrativo de la Facultad de Ciencias de la Salud, así como de estudiantes, egresados y profesionales de la medicina del país.
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