El manejo correcto del Vertedero de Rafey, durante la gestión del alcalde Abel Martínez, al frente del Ayuntamiento de Santiago, ha sido fundamental en la salud de la población santiaguera ante la pandemia del coronavirus Covid-19, aunque en toda la provincia se han registrado 816 casos de la enfermedad.
Sólo pensar en lo que hubiese representado para el Municipio de Santiago, el desastre de dicho vertedero, que se mantenía ardiendo en llamas, hubiese sido fatal con la presencia de esta terrible enfermedad que sacude a todo el planeta y que ataca el sistema respiratorio.
El alcalde Abel Martínez, pudo establecer un sistema de limpieza efectivo en barrios y urbanizaciones, que también conllevó el saneamiento de toda el área del destino final de los desechos sólidos, en un municipio que produce unas mil toneladas de basura diariamente.
El tratamiento que reciben hoy los desechos sólidos, dejó atrás la humareda permanente, los buzos que vivían permanentemente revolcándose en la basura y el lodo y una ciudad completamente contaminada, que, gracias a una eficiente gestión, Santiago respira aire libre de humo y sustancias toxicas.
Como es sabido, los altos niveles de limpieza en una ciudad contribuyen satisfactoriamente en el control de las enfermedades infecto contagiosas y en Santiago se reportaron índices muy bajos en los últimos años en comparación con lo que se daba en el pasado, que los hospitales vivían abarrotados de personas afectadas por diferentes virus y enfermedades.
La regularidad en el paso de los camiones recolectores no da tregua a la acumulación de desechos, el eficiente servicio de recogida de basura se hizo efectivo en todos los barrios y urbanizaciones y las unidades de recolección pasan dos y tres veces por semana.
Este esquema de trabajo de limpieza e higienización que abarca los parques, plazas, mercados y cementerios, se une a un amplio programa de fumigación y desinfección que el alcalde Abel Martínez, ha mantenido de forma ininterrumpida, eliminando plagas y bacterias.
Especialistas de la medicina, en el área de la infectología, aseguran que en Santiago han disminuido considerablemente los casos de leptospirosis y de asma, ya que ambas enfermedades están asociadas a la contaminación ambiental, ya sea por ratas o por la humareda que produce la quema de basura y esos aspectos están bajo control en Santiago.