Por William Reyna Rivas
Muerto al perro, se acabó la rabia: Los problemas suelen tener su origen en un solo individuo fuerte: el instigador, el subalterno arrogante, el sembrador de inquinas y resentimientos. Si usted deja espacio para el accionar de este tipo de individuo, otros sucumbirán a la influencia del personaje. No espere a que los problemas que la causa se multipliquen, y no trate de negociar con él, pues es irrecuperable. Neutralice esa influencia, aislando o eliminando lo, Recuerde que, muerto el perro se acabó la rabia. Ley No. 42 de las 48 leyes del poder de Roberth Greene.
Hay una ley de causa y efecto, los nacionales del vecino país se han empoderado en contra de los ciudadanos pacíficos de la Republica Dominicana, están cometiendo crímenes tras crímenes sin ningún régimen de consecuencia, resultando que desde el lado de los dominicanos aportamos las víctimas y los muertos.
Para los nacionales del vecino país, esto luce como una gran victoria, lo que significa un empoderamiento de sus acciones delincuenciales y criminales, cometiendo día tras día, crímenes alevosos, horrendo, de una crueldad incomparable en el marco de la maldad y la criminalidad, solo un psicópata incurable puede cometer una decapitación de un ser humano, luego con un machete cercenarles los brazos, las piernas y cortados en rebanadas.
El salvajismo, la crueldad y la maldad son actuaciones muy crueles, donde las autoridades de la Republica Dominicana deben castigar y hacer sentir el imperio de la ley, ya que se comenten asesinatos a diario, crímenes tras crímenes sin que el imperio de la ley actúe, lo que significa que cada nacional manda un meta mensaje a sus compatriotas, y como no hay régimen de consecuencia se siguen cometiendo crímenes tras crímenes, violaciones tras violaciones y nadie paga por la barbarie que se comete, mandando así una señal de impunidad en contra una sociedad en decadencia como en la que vivimos y así se empoderan los ciudadanos del vecino país.
Hacemos un Llamado desde esta tribuna al comandante en jefe de los organismos Castrenses de la Republica Dominicana, licenciado Luis Abinader Corona que de instrucciones a las instituciones pertinentes para que sean buscados sin cesar a los ciudadanos del vecino país que comenten hechos criminales, asesinatos crueles en contra de los ciudadanos pacíficos de la Republica Dominicana.